Fue formalizado por femicidio el policía que mató a una mujer que había estado privada de libertad en la cárcel en la que trabajaba como guardia.

El policía de 32 años cumplía tareas en la Unidad 20, cárcel de Salto, del Instituto Nacional de Rehabilitación, de la que ella había sido liberada en octubre de este año.

La Fiscalía de Salto de primer turno, a cargo del fiscal Augusto Martinicorena, lo imputó por homicidio muy especialmente agravado por femicidio.

Paulo Aguirre, juez a cargo del caso, explicó que se concretó la imputación por femicidio, solicitada por Fiscalía. Se le dieron diez meses de prisión preventiva a la espera del juicio final que determinará su pena. Las penas por femicidio pueden llegar a 30 años.

Según comentó el magistrado, “había una relación previa”, y de acuerdo a la información relevada por Fiscalía, “la mujer tenía intenciones de revelar la relación” y por eso resolvió matarla. Fue el padre del hombre quien avisó que su hijo estaba descuartizando a la mujer.

Se descartó que ella “haya querido robar su casa”, como dijo en primera instancia. El policía asesinó a la mujer con su arma de reglamento y luego mutiló el cuerpo con un hacha.

Cuando llegaron efectivos del Programa de Alta Dedicación Operativa (PADO) vieron que tenía manchas de sangre en sus manos y ropa. El hombre dijo que “estaba carneando un lechón”. Les negó el ingreso y fue su padre quien permitió la entrada. Cuando ingresaron encontraron a la mujer desmembrada.