El senador del Frente Amplio (FA) Mario Bergara compareció, este martes, ante la fiscal Gabriela Fosatti por la investigación derivada de los chats del excustodio presidencial Alejandro Astesiano en los que se constató que el gerente en Uruguay de la empresa estadounidense Vertical Skies solicitó a Astesiano elaborar carpetas con información personal de Bergara y el también senador del FA Charles Carrera.

A la salida de Fiscalía, Bergara contó que fue “una muy correcta conversación” en la que Fossati “confirmó que estaba tramitándose por cuerdas separadas esta parte de los chats de Astesiano”, les adelantó que continúan “los análisis” de los mensajes y se esperan “nuevas comparecencias de las personas que han aparecido públicamente vinculadas al tema”, entre ellos, el CEO de Vertical Skies, Mario Panizza, quien negó haber promovido tareas de inteligencia contra los senadores y dijo que fue una conversación personal de Acuña que ya no pertenece a la empresa.

Ante esto, Bergara sostuvo que, según su visión, “es irrelevante a través de qué empresa se procesan estas cosas, acá lo grave es que exista la posibilidad de que se busque, con prácticas mafiosas, trapos sucios de alguien a efectos de extorsionar con miras a que uno retire una denuncia penal o no ejerza el rol institucional de senador”, y reiteró que lo grave reside en “la cuestión institucional, democrática, de las garantías que tiene que tener la población de que cada uno cumple su rol: los legisladores, el Poder Ejecutivo, la Justicia”, y le resulta “absolutamente irrelevante o de tercer orden” el hecho de “si es una empresa, si es otra empresa”.

Para Bergara, “los chats son un popurrí de posibles delitos de distinta naturaleza”, por lo que le parece razonable que “estas cosas se investiguen cada una por su lado; en particular, este caso de espionaje con fines extorsivos es de un nivel y de una gravedad muy diferente” entre “lo que puede ser la expedición de pasaportes con documentación falsa o lo que puede ser el tráfico de influencias en licitaciones”.

Según supo la diaria, en las declaraciones de este lunes ante la fiscal Fossati, Astesiano admitió haber recibido el pedido del exgerente general en Uruguay de la empresa de seguridad Vertical Skies, Marcelo Acuña para elaborar las fichas de Carrera y Bergara pero señaló que pese a la insistencia del exmilitar, nunca concretó el pedido.

Fuentes de la Fiscalía informaron a la diaria que la semana que viene serán convocados a declarar ante la fiscal Fossati Panizza y Acuña, quien fue el que contactó a Astesiano para pedirle las fichas de los senadores.

En declaraciones a Canal 4, Paniza dijo que giró 1.500 dólares a Astesiano porque se lo pidió Acuña. “Me dice: 'Mario, necesito 1.500 dólares que pedí prestado'. Fue una reacción inmediata mía y dije 'bueno, se lo giro'. Y él me dice: 'No, giráselo a Astesiano', y automáticamente hicimos el giro en Western Union”, expresó.

De todas formas, aceptó tener un buen vínculo con Astesiano, pero advirtió que era una relación “estrictamente profesional” que incluyó encuentros personales. “Lo conozco personalmente, de hecho nosotros chateamos algunas veces, intercambiamos mensajes puramente técnicos porque soy una persona de naturaleza técnica”, expresó.

Acuña será interrogado sobre los chats en los que pide a Astesiano las tareas de inteligencia contra los senadores y particularmente sobre el origen del pedido, dado que, en las conversaciones con Astesiano, el militar reiterado alude a una reunión con quien debe entregar la información.

“Ale, si lo tenés hoy, avisame que paso a la hora que sea, si no estás, dejalo en un sobre o a alguien de confianza, mañana tengo reunión”, le escribió Acuña a Astesiano, cuatro días después de hacerle el pedido en el que le reclamaba “todo lo personal. Ya que los quieren atar para que retiren la denuncia”.

Según se desprende de los chats publicados por la diaria, Acuña insistió en el reclamo de la información y el tema dejó de estar en sus conversaciones luego de coordinar un encuentro en Torre Ejecutiva, el 5 de mayo.

El caso Marset

En sus declaraciones a la salida de Fiscalía, Bergara se refirió a los chats y los correos electrónicos relacionados a la expedición del pasaporte para el narcotraficante uruguayo Sebastián Marset, cuando estaba preso en Dubái por intentar ingresar con un pasaporte paraguayo falso.

Bergara dijo que los chats entre la vicecanciller, Carolina Ache, y el subsecretario del Ministerio del Interior, Guillermo Maciel, “dejan en claro que se ocultó información y se dijeron cosas que no eran ciertas en la interpelación”, como cuando “se dijo que en noviembre nadie sabía quién era Marset”, lo que “no era cierto”, puesto que “ya en setiembre había habido intercambios entre la vicecanciller y el viceministro del Interior y en noviembre vuelven a haber intercambios”.

“¿Por qué no se presentó esa información durante la interpelación hace meses? ¿O cuando los legisladores frenteamplistas le solicitamos expresamente esa información?”, se preguntó Bergara, y recordó que en uno de los intercambios “el viceministro del Interior es absolutamente explícito de que se trataba de un narcotraficante peligroso y pesado y que sería terrible de que quedara libre porque se le pidiera un documento o un pasaporte que le permitiera ser liberado; lamentablemente eso fue lo que pasó”.

“El pasaporte que se le emite a Marset fue absolutamente crucial para su liberación, eso fue otra de las cosas que en la interpelación se intentó soslayar, ahora queda clarísimo que el pasaporte jugó un rol fundamental para que las autoridades emiratíes liberaran a Marset”, sentenció Bergara, y señaló que “todos sabemos el resultado: que hoy [Marset] está fugitivo de la Justicia”.

Lacalle Pou: “Pasado el tiempo y conocidos más elementos” el “error queda más marcado”

El presidente de la República, Luis Lacalle Pou, volvió a referirse al caso de su excustodio en diálogo con la prensa, en el departamento de Colonia. “Obviamente cometí un error, y pasado el tiempo y conocidos más elementos, ese error queda más marcado”, dijo. No obstante, volvió a hacer hincapié en que no se sabe “cuánto es verdad y cuánto es humo” de la información que surgió de las conversaciones de Astesiano, y aseguró que el gobierno no se escondió una vez que trascendió el caso: “El primer día hablé con la prensa”, afirmó, con referencia a la conferencia que brindó el 26 de setiembre.