En lo que va del actual período de gobierno hubo ocho sustituciones en las 19 jefaturas de Policía designadas. Varios jerarcas fueron cesados o renunciaron por estar involucrados en investigaciones asociadas a irregularidades, delitos y corrupción.

Según informó la diaria, Diego Fernández, director de la Policía Nacional, le sugirió cambios en las jefaturas al ministro del Interior, Luis Alberto Heber.

Más tarde, el Ministerio del Interior confirmó la remoción del jefe de Policía de Cerro Largo y del de Treinta y Tres. En ambos departamentos hay investigaciones abiertas por corrupción policial. Además, habrá cambios en Artigas, Rivera, Durazno, Paysandú y en la Dirección Nacional de la Educación Policial.

José Adán Olivera, exjefe de Policía de Cerro Largo, fue imputado en diciembre por revelación de secreto especialmente agravado. Ese fue el puntapié para que se investigara una red de corrupción en el departamento. En su lugar asumió el comisario general Ignacio González, que era subjefe de Florida.

El nuevo jefe, Marcelo Suárez, fue el responsable de la pintada “Hay orden de no aflojar” luego del fallecimiento del exministro Jorge Larrañaga en la zona 5 de la Jefatura de Policía de Montevideo, de la que era director. La pintada generó cuestionamientos al Ministerio del Interior porque los policías no pueden hacer proselitismo político. Heber reconoció que “no era legal”. Si bien se ordenó que la frase se borrara porque estaba fuera de la ley, Suárez fue promovido al grado máximo de la Policía: comisario general. Estaba en el puesto 56 de 96 concursantes, pero ascendió por selección.

Como subjefe asumirá el comisario mayor Richard Melo, que actualmente cumple funciones en esa jefatura. El coordinador Danubio Fábrica, que ocupa ese rol desde la gestión de Olivera y es investigado por homenajear a un torturador que murió en la cárcel de Domingo Arena, pasará a cumplir el mismo rol en Treinta y Tres.

Cambios en otros departamentos

En Treinta y Tres también se investiga la corrupción policial. El ahora exjefe de Policía del departamento, Gustavo Silveira, está siendo investigado por omisión ante una denuncia de corrupción policial en su Jefatura.

Se plantea la remoción de Silveira como jefe y que asuma en su lugar el comisario mayor Richard Lima, actual subjefe de Policía de Rivera.

En Artigas, Alberto González, exjefe de Policía, fue el primer cesado del gobierno, a 100 días del comienzo de la gestión. Fue sustituido por Adolfo Cuello, quien en ese momento era subjefe de Policía de Salto.

En Rivera, el departamento donde más aumentaron los homicidios, Wilfredo Rodríguez, actual jefe, fue cuestionado luego de que ordenara reprimir a una pareja gay que estaba en una plaza. Rodríguez se mantiene en su cargo. Como su subjefe y su coordinador serán trasladados a Artigas, en el puesto de subjefe asume el comisario mayor Homero Silva, actual coordinador, y la coordinación la llevará adelante el comisario mayor Richard Magdaleno, actual jefe de la zona 1 de Rivera.

En Durazno asume como subjefe el comisario mayor Crisoldo Caraballo, actual subdirector de la Dirección Nacional de Educación Policial. Caraballo fue director del Instituto Nacional de Rehabilitación de 2016 a 2017. Wilson Aquino, actual subjefe, pasa a ser subdirector de la Dirección Nacional de Educación Policial.

En Paysandú cambia el coordinador de la jefatura, que pasa a ser el comisario mayor Juan Chanquet, actual jefe de la zona 1 en el departamento.

En tanto, en la Dirección Nacional de Educación Policial asumirá como subdirector Aquino, en un enroque con Caraballo, que asume su lugar en Durazno. Como directora de la Escuela Policial de Posgrados y Estudios Superiores asume la comisaría mayor Gilma Viana, actual jefa de la zona 1 de Montevideo. Viana fue destacada por el gobierno como “la primera mujer jefa de zona de la historia”, aunque en la Policía ha habido otras mujeres en cargos superiores.