El domingo se viralizó en redes sociales un video filmado en la madrugada en las afueras del bar Lo de Ruberico, en San Carlos, Maldonado. En el video, divulgado entre otros por el medio Crónicas del Este, se puede ver una intervención policial y un grupo de jóvenes afuera del boliche.

Se observa a policías de la Guardia Republicana y de la Jefatura de Policía de Maldonado y se puede ver que a un joven, en el intento de hacer maniobras, un policía le saca la remera. Después, un policía reacciona contra la gente y apunta con una escopeta a la altura de la cara a los jóvenes que están en el lugar.

Una de las jóvenes que estaba presente en el lugar publicó en sus redes sociales que “fue un abuso policial” y relató la situación: “Para quienes no estaban presentes les cuento cómo lo viví yo y lo que vi (seguramente pasaron más cosas): eran alrededor de las 5 de la mañana, había sido una noche preciosa. La calle estaba llena de gente bailando y no se había armado ningún lío ni ‘disturbio’. De repente, se escucha un disparo a lo que la gente se comienza a abrir. Los que habían disparado eran los de la Policía, motivo no había, más que corrernos (supongo). En eso en que nos estábamos todos corriendo, había un policía en la mitad de la calle increpándonos a todos y apuntándonos con la escopeta. Se acerca hacia donde estábamos con una amiga y le dice a una chiquilina que estaba parada al lado nuestro (de espaldas a toda la situación): ‘tú te vienes conmigo’. La agarra y se la empieza a llevar. Al pibe que estaba al lado, que la agarró para evitar que se la lleven le dijo ‘y tú también’ y lo agarraron a él. Lo cincharon y como el pibe se cae al piso le empezaron a pegar patadas, entre ellas, un rodillazo en la cabeza”.

Continúa el relato contando que la gente reaccionó de diversas maneras. “Un pibe se puso a filmar la situación y le sacaron el celular, también lo agarraron y le pegaron. Yo, al igual que muchos otros, comencé a gritar. Gritaba que no, que no podían hacer eso y que no se llevaran a nadie, que dejaran a esa piba en paz, que no había hecho nada. Algunas personas me agarraron para decirme que me callara que me iban a llevar a mí también. Poco me importó hasta que a una de las personas que me estaba sosteniendo, este mismo hijo de puta, le disparó en la pierna. La gurisa cayó en el piso y la sacamos en seguida de la calle. Otro policía se acercó y le ofreció hacer la denuncia. Por supuesto que ella la hizo y yo también la voy a hacer porque ese demente y violento (también sus compañeros) apareció allí a imponerse sin motivo alguno, violentó gente, les pegó y les disparó”.

Dijo que contó lo que pasó públicamente “porque la denuncia vaya a saber si sirve para algo y porque es necesario que sepamos que la Policía no nos cuida un carajo, que abusa de sus funciones y que parece tener la autoridad como para andarse llevando gente, apuntando y disparando porque sí nomás. A los que estaban, les pido por favor que hagan la denuncia, todos vimos lo que pasó y seguramente si somos más nos den más bola. Esta gente no está capacitada para andar en la calle, es peligrosa”. Luego, la joven compartió el teléfono para hacer la denuncia (0800 5000) y las chapas de los patrulleros actuantes: “SMI 4016 y SMI 1954”.

Otro joven también compartió su relato en redes sociales: “Anoche en San Carlos, una noche tranquila de baile afuera de un boliche después del carnaval, fue violentamente interrumpida por un par de policías, notoriamente re duros, que pasaron buscando de forma alevosa tener lío. Pasaron con su patrullero por donde estaba toda la gente, y sólo necesitaron un contacto para bajarse, empezar a reducir con suma violencia gente que filmaba, tiros al aire y gente viendo una escopeta apuntando su cara en manos de un enfermo completamente sacado de quicio. Lo único que estaba sucediendo medianamente raro es que se estaba cortando la calle (a las 5 de la mañana la rambla de San Carlos, tránsito era lo último que había), pero claramente tenemos una Policía que odia, y odia mucho, y ahora puede salir a desparramar ese odio en la calle. Y obvio que hubo algún vivo bien pajín que respondió la provocación con provocación, le tiró alguna cosa a los milicos y todo fue peor para todes”.

Según el Ministerio del Interior (MI), sobre las 5.20 de la madrugada del domingo, policías patrullaban por Avenida General Artigas entre 18 de Julio y Treinta y Tres cuando vieron una aglomeración de personas que cortaban el tránsito por Avenida General Artigas.

“Posteriormente ven cómo un hombre tira una botella contra el móvil, por lo que descienden para identificarlo”, señaló el MI, e indicó que el joven “se negó” y “se desacató”. Luego de ser reducido, según el MI, el adolescente de 17 años fue ingresado al patrullero.

“En ese momento uno de los efectivos es agredido con un vaso en la nuca y las restantes personas comenzaron a lanzar objetos, por lo que uno de los policías realizó dos disparos con munición menos que letal para dispersar. El efectivo agredido ve que una mujer ingresaba al móvil, por lo que al tratar de detenerla la multitud vuelve hacia ellos, debiendo realizarse otro disparo, logrando intervenir a una menor de 13 años”, consignaron.

Una vez dentro del vehículo, y en el momento de salir, constataron que la llave del patrullero no estaba, por lo que se solicitó. Concurrieron al lugar y dispersaron a las personas de la zona.

La Policía Científica relevó al móvil y los objetos que habrían sido arrojados y permanecían próximos al patrullero.

El MI informó que, momentos después de esta intervención, una mujer de 22 años se presentó en la seccional denunciando que había sido alcanzada por rebote con munición menos que letal.

La Fiscalía de Segundo Turno de Maldonado, a cargo de Jorge Vaz, dispuso labrar un acta a los involucrados, disponer la revisión forense para el policía herido y la pericia del arma utilizada y emplazar sin fecha y entregar a los adolescentes a su madre.

Desde Fiscalía informaron que están analizando la situación y la evidencia para ver si profundizan la investigación o si el caso se archiva.