Este viernes, el ministro del Interior, Luis Alberto Heber, se reunió con su comando, los jefes de Policía de todo el país y los directores nacionales, para planificar y coordinar el trabajo anual. La reunión duró cuatro horas en las que, según planteó, se habló de la “evaluación del delito en términos generales”.

“Es una impronta que vamos a hacer todos los años” con varias reuniones anuales, explicó el ministro. “Arrancando el año en marzo, con los datos culminados del año anterior, podemos perfectamente ver la evolución del delito en cada departamento con comentarios de los jefes para prepararnos mejor para el año que viene”, señaló. También indicó: “Pretendemos mejorar estos datos comparados con el 2021, que ya son alentadores porque viene bajando sustancialmente”. En el encuentro, además, se presentaron informes de las distintas direcciones. “Realmente ha sido una excelente reunión, donde hemos escuchado más que hablado, para planear la tarea del año y dar más seguridad”, apuntó.

Consultado sobre si se habló de las denuncias de abuso policial que han sido puestas en agenda por distintas organizaciones e instituciones en las últimas semanas, respondió: “Nosotros no hicimos una reunión para hablar sobre las denuncias”. “Los números que nos trae el observatorio son muy claros: en 2019 había 152 ‘abusos de funciones físicas’ de la Policía, en 2020 fueron 158 y en 2021 bajaron a 134”, enumeró el ministro, y agregó: “Quiere decir que los datos oficiales que nosotros manejamos de abuso físico de acciones policiales son menos”.

Heber dijo que “molesta” cuando “se habla y se quiere construir una sensación”. “Si nos traen números en los que nos puedan advertir que la situación es que no estamos controlando a la Policía, traigan los hechos, las denuncias y los datos para que podamos accionar. Pero sentenciar que hay abusos policiales [...] si es así, ¿dónde?, ¿cuándo?”, preguntó.

La Institución de Derechos Humanos (INDDHH) solicitó una “urgente investigación” de los casos de abuso policial denunciados por la Asociación de Defensores Públicos. Ambos coinciden en que se debilitaron las garantías en las detenciones y que las modificaciones introducidas por la ley de urgente consideración “han vuelto aún más difícil verificar” los episodios de violencia policial.

“Nosotros hemos tenido una polémica pública con la INDDHH” porque “no concreta” denuncias, indicó Heber, quien continuó con un descargo al respecto: “Nosotros no hemos recibido denuncias. Los defensores de oficio no se dirigen al Ministerio del Interior ni a la Fiscalía. Muy bien. Tienen un prurito los defensores de oficio, ¿no creen en la Policía en la que yo creo y defiendo? ¿Por qué no van a la Fiscalía, que son doctores y abogados que pueden accionar? Tampoco, van por carta a la Suprema Corte de Justicia y después a la INDDHH y no vienen a decirnos: ‘Estos son los delitos, estas son las acusaciones’”.

“La INDDHH nos informa que tienen estas denuncias y que tenemos que investigar. ¿Cómo vamos a investigar una cosa genérica? Nos gustaría ver cuáles son las denuncias, dónde están y a qué episodios se refieren para hacer una investigación. No entiendo por qué no se hacen las denuncias para saber de qué estamos hablando”, sentenció el ministro.