Un policía que se desempeña en la Dirección Nacional de Policía de Tránsito mató a un hombre que estaba robando cables en una casa abandonada de su barrio: La Teja.

Sobre las cuatro de la tarde de este sábado, el hombre intentó robar cables de una casa abandonada en Laureles y Gobernador del Pino. Un vecino de la vivienda le avisó a otro vecino, que es policía, para que actuara frente al hecho.

Según declaró el policía, cuando fue al lugar, el hombre estaba arrancando cables de la casa abandonada. Dijo que le dio la voz de alto y como el hombre “habría hecho un movimiento para tomar algo de su cintura”, quiso “amedrentarlo” y disparó “contra el suelo”. La bala impactó en la cabeza del hombre, que fue trasladado a un centro de salud, pero murió. Luego de revisarlo confirmaron que el hombre no estaba armado.

Se espera que las pericias de Policía Científica determinen si el relato del policía, de que la bala rebotó antes de darle en la cabeza, es cierto, o si fue un balazo que impactó directamente.

El policía fue detenido y está a disposición de la Fiscalía de Homicidios, a cargo de Carlos Negro. La defensa del policía está a cargo de Andrés Ojeda, en representación del departamento legal del Sindicato de Funcionarios Policiales de Montevideo-Uruguay.

Según dijo Ojeda a Telemundo, “naturalmente que si estaba o no armado lo supimos después; el policía tiene que tomar en cuenta la situación más riesgosa”. “Si a la persona que entra a robar se le da claramente una voz de alto, hace una ademán para agarrar algo, el policía tiene serias responsabilidades de sospechar que tiene un arma de fuego. Ahora se hace un análisis sabiendo que no tenía un arma, pero se resuelven cuestiones de vida o muerte en un segundo”, afirmó Ojeda.