La Justicia imputó por un delito de violencia privada al hincha de Peñarol que exhibió una gallina inflable con los colores de Nacional durante el clásico del domingo 4 de setiembre en la tribuna Héctor Scarone del Gran Parque Central (GPC).
El hombre había avanzado en un acuerdo abreviado con el fiscal de Flagrancia de 9° turno, Fernando Romano, pero finalmente desistió, por lo que la Justicia definió formalizar el proceso en su contra.
Con la formalización se dispuso como medida cautelar, por 180 días, la fijación de domicilio y la prohibición de ingresar a espectáculos deportivos organizados por la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF), la Organización de Fútbol del Interior, la Federación Uruguaya de Básquetbol y la Unión de Rugby del Uruguay.
El delito de violencia privada, previsto en el artículo 288 del Código Penal, prevé una pena mínima de tres meses y una máxima de tres años de penitenciaría. El acuerdo que ofrecía la Fiscalía implicaba una condena por seis meses de prisión.
El plazo de 180 días está vinculado a la duración del proceso judicial, pero, según la información dada por el fiscal Romano, la AUF podría disponer la inclusión en la lista negra del hincha que exhibió el inflable por cinco años.
Este miércoles también declaró ante la Justicia y el fiscal Romano otro hincha de Peñarol que fue identificado como autor de un hurto en uno de los puestos de venta de comida del GPC. En este caso, la fiscalía alcanzó un acuerdo que fue ratificado por la Justicia y el hombre fue condenado por un delito de hurto a diez meses de prisión, que será cumplido en régimen de libertad a prueba, por el tipo de delito y la primariedad del condenado.
Como medida sustitutiva a la prisión, se dispuso fijación de domicilio, presentarse una vez por semana en la seccional más cercana, realizar dos horas de trabajo comunitario durante seis meses y la prohibición de ingresar a espectáculos públicos durante los diez meses de condena.
El fiscal Romano, que continúa investigando los hechos ocurridos en el clásico, dijo en rueda de prensa que se pudo comprobar que la noche anterior al partido ingresaron unos 20 hinchas autorizados por Nacional presuntamente para limpiar pintadas contra el rival. La investigación penal logró determinar que esos hinchas colocaron carteles aludiendo a un hincha fallecido de Peñarol.