La Asociación de Abogados Penalistas anunció que presentará un proyecto de ley para protocolizar la manipulación de los datos extraídos en teléfonos incautados, luego de que en el marco de la causa Penadés denunciaran que la fiscalía tuvo acceso a conversaciones entre abogado y cliente, lo que viola el derecho al secreto de su defensa.

“Consideramos la necesidad de desarrollar un protocolo, o reforma procesal, en la que se determine cómo proceder ante una situación de captura de este tipo de comunicación, a los efectos de salvar responsabilidades administrativas, penales o civiles”, expresaron los abogados en un comunicado.

En esa línea calificaron como “un método salvaje, nada profesional y carente de reserva” el utilizado para manipular las extracciones, en el que existe un acceso fácil a las comunicaciones.

En otro orden, la Asociación expresó su preocupación por una amenaza de muerte que recibió el abogado Leonardo Nilson, que defiende en la causa Penadés al exdirector del Comcar Carlos Tarocco.

“Este caso es consecuencia directa de la manipulación de información que se hace, y que termina en manos irresponsables. Podemos afirmar que en la cuestión denunciada los abogados intervinientes no tenían en su poder la información que, al divulgarse, provocó la amenaza, por lo que la filtración no se puede adjudicar a quienes son verdaderas víctimas”, opinaron.

Además cuestionaron que se haya publicado el domicilio de Taroco. “La libertad de prensa e información es un derecho humano de los que sostiene claramente la República. Pero ello no debe oponerse para justificar poner en riesgo la vida o la integridad física de la familia de un imputado”, agregaron.

La amenaza contra Nilson se concretó el 17 de noviembre y fue denunciada penalmente el viernes. Una de las fiscalías de flagrancia trabaja en el tema llamará a declarar a los involucrados los próximos días.

Según supo la diaria, la principal línea de investigación apunta a una persona que había enviado un correo electrónico días antes reclamando ser asesorado por el estudio jurídico. La amenaza de muerte fue realizada por teléfono al celular de una persona que trabaja en el estudio y que había dejado sus datos en un documento vinculado al caso Penadés. El agresor dejó un mensaje para Nilson: “Que deje de mover papeles porque lo voy a mandar matar”.