El Ministerio del Interior firmó la suscripción de Uruguay al Tratado de Constitución de la Comunidad de Policías de América Latina (Ameripol), lo que, según informaron, “hace posible una mayor cooperación en el combate al crimen transnacional”.

“El crimen basado en las nuevas tecnologías no reconoce fronteras”, por eso, “es imperioso aumentar el intercambio de información entre nuestras fuerzas policiales y de seguridad”, indicaron. En este sentido, este tratado busca “facilitar los canales, estrechar los vínculos, realizar más capacitaciones conjuntas e interconectar equipos de trabajo”, destacó en su discurso el ministro del Interior, Nicolás Martinelli, quien asistió al encuentro que se llevó a cabo en Brasilia junto con el director de la Policía Nacional, José Azambuya, y el subdirector, Jhonny Diego.

Martinelli planteó que asumió la conducción del Ministerio del Interior de Uruguay en estos días, manteniendo la convicción de que es imprescindible profundizar las relaciones con los países de la región para potenciar las acciones conjuntas contra el crimen organizado”.

“Tenemos una nueva mirada, pero mantenemos la política de colaboración que nos hemos trazado y queremos mantener el rumbo”, aseguró. “Estamos decididos a reforzar la lucha frontal contra el tráfico de estupefacientes, la trata de personas y el terrorismo”, remarcó Martinelli.

El ministro planteó: “Vamos a continuar con la gestión de seguridad que nos encomendó nuestro gobierno, poniendo a disposición de nuestras naciones hermanas la información y el conocimiento”. Agregó que “el intercambio de información es una herramienta fundamental en los tiempos que vivimos”.

Considera que para esto “debemos trabajar en todos los niveles, a través de la colaboración bilateral, la cooperación regional y la mirada global, facilitada por el desarrollo de la Ameripol”.

Según Martinelli, “las organizaciones delictivas están presentes en todos los países de la región, y sus actividades muchas veces traspasan fronteras. Las principales actividades delictivas son el tráfico de drogas, el ciberdelito, el tráfico ilícito de migrantes y la trata de personas”.

Para hacerle frente, “el desarrollo de la tecnología aplicada a la seguridad nos permite crecer en un terreno que plantea muchos desafíos”. “En Uruguay comenzamos a explorar el uso de la inteligencia artificial como complemento de la acción de los efectivos policiales”, adelantó, y explicó que “estos sistemas, basados en softwares innovadores y dispositivos de última generación, nos permitirán identificar las acciones delictivas en tiempo real con mucha más eficacia y optimizar los recursos humanos”.

“Sin embargo, el crimen basado en las nuevas tecnologías no reconoce fronteras. Es allí donde debemos trabajar en equipo, aumentando el nivel de cooperación, y sobre todo hacer valer lo más importante: la información”, enfatizó Martinelli, quien acotó que “es imperioso aumentar el intercambio de información entre nuestras fuerzas policiales y de seguridad”, además de “facilitar los canales, estrechar los vínculos, realizar más capacitaciones conjuntas e interconectar equipos de trabajo”.

“En definitiva, concretar y ampliar los acuerdos para mejorar el trabajo de los policías que llevan adelante las tareas de seguridad. Debemos trabajar juntos, compartiendo conocimientos y recursos, para encontrar soluciones a estos problemas y mejorar la vida de las personas”, concluyó.