Este miércoles hubo un copamiento en una mansión de la zona del Club de Golf de Punta del Este en el que robaron 20 armas de diversos calibres. Dos hombres ingresaron a la mansión y otros dos esperaron afuera. Entraron armados y, tras reducir a dos guardias de seguridad, amenazaron a la única persona que estaba en el lugar: un hombre de 85 años, que es el padre del dueño de la mansión.

Lo ataron y fueron en busca de las armas. Además de las armas de diversos calibres, que estaban en una bóveda de la vivienda, se llevaron dinero y celulares. Escaparon en una camioneta Chevrolet Tracker, que fue incendiada cerca de la Laguna Garzón. El hombre logró liberarse tras casi seis horas y denunció el hecho.

Luego de varios allanamientos, cuatro hombres fueron detenidos. Tienen 23, 28, 29 y 42 años. El hombre de 23 años trabajaba como guardia de seguridad en la mansión, por lo que se presume que fue quien aportó la información necesaria para concretar el copamiento y el robo. Además, tras el hecho, fue una de las personas que habló con la prensa y demostró su “preocupación” por la situación que vivieron los otros guardias de seguridad que estaban de turno.

Tres de ellos fueron imputados por un delito de copamiento y un delito de porte y tenencia de arma de fuego en la vía pública. Se trata del guardia de seguridad y los dos que ingresaron a la vivienda. El cuarto fue imputado por un delito de encubrimiento y era quien conducía el vehículo en el que llegaron al lugar. Se dispuso la prisión preventiva para los cuatro. Por otra parte, se libró la orden de detención para otras dos personas que se presume que escondieron las armas en sus casas y se busca a una séptima persona involucrada.

El caso es investigado por la Fiscalía de Maldonado de 4° turno, a cargo del fiscal Ignacio Montedeocar, que brindó una conferencia de prensa junto a Julio Pioli, jefe de Policía de Maldonado.

Pioli indicó que “el objetivo principal era recuperar ese armamento, ya que era una numerosa cantidad de munición y de armas de varios calibres”. Detalló las distintas armas que se recuperaron: “Había armas cortas, automáticas, semiautomáticas, algunas muy modernas, había fusiles de asalto, algún arma de origen chino, similar a fusiles de asalto rusos muy conocidos, algún subfusil de fabricación israelí”. Acotó, además, que “cada una de esas armas tienen munición”.

El jerarca policial afirmó que las armas fueron enviadas a Policía Científica para periciar las condiciones de uso y el estado de su funcionamiento. Aclaró que están registradas en el Servicio de Material y Armamento y que el “tenedor tiene toda la documentación en regla y tiene el carné de coleccionista”. “El objetivo era localizar el arsenal”, reiteró.

Por su parte, el fiscal Montedeocar resaltó que “toda la información que tenemos y que consta en la carpeta investigativa nos lleva a haber solicitado la formalización de estas cuatro personas y la detención de otras dos”.

Sobre el guardia de seguridad involucrado en el copamiento, dijo que “hay una persona que trabajaba en esa casa y es de presumir que jugó un papel relevante en el desarrollo de la actividad delictiva”. “Sin duda que contaba con información que otros integrantes del grupo no tenían”, subrayó, y agregó que “sin duda hubo un concierto para concretar el delito”.

“Vamos a seguir juntando evidencia para ver si se trata de una asociación para delinquir o era un grupo que ya tenía coordinado dónde colocar esas armas​”, planteó el fiscal. Una de las hipótesis que se manejan a nivel policial es la eventual conexión con el tráfico de armamento hacia Brasil, donde las armas tienen un valor superior.