El empresario José Luis Bidart fue asesinado en diciembre de 2018. Fue jugador de fútbol y cuando lo asesinaron tenía 63 años. Bidart estaba dedicado a las actividades comerciales en la industria cárnica, además de ser dueño de un supermercado y de un establecimiento agropecuario. Era accionista del Frigorífico Casa Blanca, que abastecía de carne a gran parte de los comercios de Salto.

El hombre fue asesinado cuando ingresaba en su vivienda, ubicada en la Ruta 3 de Salto. Los homicidas sabían que ese día llegaría con dinero a su casa. Uno de los atacantes, que lo estaba esperando, le disparó dos veces. Una bala le dio en la cabeza y la otra en el pecho. Bidart siguió conduciendo su vehículo hasta que impactó en un árbol de la entrada de su casa. Como el vehículo continuó la marcha, los agresores escaparon sin robarle el dinero.

Ocho meses después, en agosto de 2019, dos expolicías fueron detenidas por el homicidio y se los imputó por homicidio muy especialmente agravado por considerarlos sicarios. Ambos señalaron a una tercera persona: otro expolicía de iniciales AALC, que fue detenido más de dos años después del hecho y que también fue imputado por homicidio muy especialmente agravado. Había sido condenado por contrabando en 2014 y ya había estado preso. Además, dos sicarios fueron detenidos y condenados por el caso.

La Fiscalía de Salto de 2º turno, a cargo del fiscal Carlos Rodríguez, investigó el caso. Según se determinó, AALC fue la cabeza del crimen. Conocía a la víctima porque también trabajaba en el rubro cárnico, en una carnicería. Tenía conocimiento de qué días trasladaba la recaudación a su vivienda. Fue quien le brindó las armas a dos de los condenados, que esperaron que la víctima llegara a su vivienda para atacarlo. Mientras, los otros dos expolicías esperaban cerca en otro vehículo.

Los tres fueron condenados por “un delito de asociación para delinquir en concurrencia fuera de la reiteración, con un delito de homicidio muy especialmente agravado en calidad de coautores”, explicó el juez del caso, Paulo Aguirre, en conferencia de prensa. Para los dos expolicías que participaron del homicidio se impuso una pena de 21 años de prisión, mientras que para el ideólogo se estableció una pena de 24 años de prisión.