La Operación Aurelio, una investigación por narcotráfico, comenzó hace cinco meses. La Fiscalía de Estupefacientes de 2º turno, a cargo de la fiscal Stella Llorente, está a cargo del caso. El martes se realizaron nueve allanamientos en distintos barrios de Montevideo, en los que se detuvo a seis personas y se incautaron drogas, vehículos, municiones y dinero.

Este miércoles cinco de los detenidos fueron formalizados por distintos delitos vinculados al narcotráfico. Uno de ellos es Gabriel Crause, considerado el líder de la organización, según informó la Policía. Integró el Partido Nacional y luego el Frente Amplio, partido del que fue expulsado. Integró el Concejo Vecinal 12, que abarca los barrios Colón, Melilla, Abayubá y Lezica, entre otros, cargo al que se accede por voto de los vecinos y no se considera de representación político-partidaria.

En rueda de prensa, Mario D’Elía informó que “el líder del grupo tuvo comercios del ramo de la gastronomía” y que “manejaba la organización vía celular y redes sociales”. “Tenía un grupo de gente importante trabajando”, dijo D’Elía, e indicó que cinco de ellos fueron detenidos.

Para el jerarca policial, “se logró desarticular la organización”, a la que calificó “de nivel medio”. Indicó que “abastecía bocas de marihuana, cocaína y pasta base” en Colón, Sayago, Lezica, Nuevo París y La Teja. Uno de los principales puntos de venta era en Colón, donde usaban un almacén como pantalla. D’Elía afirmó que abastecían al menos cuatro bocas y que también distribuían a través de delivery.

El líder de la organización, que era un referente barrial, que además de haber tenido participación política organizaba comúnmente actividades para niños, fue condenado a tres años y ocho meses de cárcel por delito continuado de distribución de sustancias estupefacientes prohibidas.

Dos personas fueron condenadas por un delito continuado de negociación de sustancias estupefacientes prohibidas. A uno de ellos, de iniciales SA, se le impuso una pena de dos años y medio de prisión, y al otro, de iniciales EQ, se lo condenó a dos años y ocho meses de prisión.

El cuarto condenado, de iniciales MM, fue condenado por un delito de asistencia a las actividades delictivas del narcotráfico a 15 meses de prisión.

Su renuncia como concejal vecinal por la “persecución” del FA a “su vida personal”

A poco de asumir en el Concejo Vecinal 12, en octubre de 2018, Crause publicó en sus redes sociales un comunicado de este concejo en el que se consigna su “renuncia indeclinable” como presidente de este “órgano social, honorario y autónomo”. Según se afirma, su renuncia había sido rechazada dos veces. Pero en este caso se adujo que “debido a las repercusiones políticas del sector del FA que se gestó en el último tiempo en la Junta Departamental de Montevideo presionando para que renunciara al órgano social (que nada tiene que ver con el órgano social, sino usando la fuerza política) con una persecución buscando permanentemente errores en su vida personal, usando cualquier artimaña para no dejarlo continuar en el próximo período como concejal, aun cumpliendo con todos los requisitos solicitados por el ente, presentando en la Junta 300 firmas de los vecinos”.

Según se indicó, cumplió “fielmente con su mandato” y se afirmó que lo hizo “sin incurrir en ninguna falta moral o ética dentro del Concejo Vecinal en todo este tiempo”. “Estamos convencidos de que la gente de los barrios es nuestro juez, pero también nuestro aliado, a la hora de la verdad”, se manifestó en dicho comunicado.

Finalmente, se indicó que, “por parte de los concejales vecinales que conocimos de cerca tu actividad social y como persona, te deseamos lo mejor en tus nuevos emprendimientos personales y sociales manteniendo ese espíritu optimista y dispuesto siempre a ir a más, exhortándote que sigas con nosotros como vecino y quizás también en el futuro como concejal nuevamente”.

Crause fue expulsado del FA en junio de 2022 por una resolución del Plenario. El Tribunal de Conducta Política consideró que su conducta fue “éticamente inapropiada, violenta y lesiva de derechos de otros ciudadanos”.

Su tarea en una olla popular

El ahora condenado, considerado líder del grupo delictivo, formó parte de una organización barrial que mantuvo una olla popular entre marzo y julio de 2020. La llamaron Olla Popular Colón y colaboraban más de 30 personas por día.

D’Elía fue consultado sobre si puede asociarse su actividad delictiva con la olla popular, a lo que contestó que “obviamente por la investigación no lo podemos determinar”. Y agregó: “Sabemos por la investigación que tuvo comercios gastronómicos, pero no podemos ligarlo a la olla”.