Unos 200 vecinos se reunieron este miércoles en el teatro del Complejo Municipal Salud, Cultura y Deporte (Sacude) para conversar sobre la situación de inseguridad en el barrio Casavalle, que en las últimas 72 horas sufrió varios episodios de violencia que determinaron el cierre temporal del complejo, que reabrirá sus puertas a partir del viernes.

Sobre las 18.00 los vecinos comenzaron a llegar al centro Sacude y mientras se saludaban y se ponían al día se fueron acomodando hasta armar una rueda en el salón del teatro del complejo municipal, donde fueron conversando y exponiendo sus puntos de vista sobre las diferentes situaciones de violencia que vive el barrio, la falta de respuesta por parte del gobierno y la necesidad de organizarse para hacer visible su realidad.

La asamblea fue convocada luego de la decisión de los referentes del Sacude de cerrar el complejo municipal el miércoles pasado, dado que entendían que no estaban dadas las condiciones mínimas para mantenerlo abierto. Entre los hechos que llevaron a tomar la decisión estuvo el copamiento en la casa de una vecina, que fue herida de bala en la cabeza; un ataque con disparos de metralla ocurrido a las 14.00 a dos cuadras del Sacude; un vecino que recibió dos disparos mientras estaba arreglando el techo de su casa, y la rapiña con violencia a dos adolescentes que salían de un taller en el complejo municipal.

Pese al carácter complejo de los episodios sufridos y a cierta tensión en el inicio de la reunión, en las expresiones de los vecinos, poco a poco, fue ganando una mejoría en el estado de ánimo por el hecho de verse y por la magnitud de la convocatoria alcanzada: al decir de los participantes, hacía años que no se lograba. Cada persona se anotaba levantando la mano y tenía dos minutos para intervenir, plazo que fue rigurosamente respetado por todos los oradores.

“Dicen que bajaron los robos porque nadie denuncia; a nosotros nos roban, bajan con armas, nos amenazan, andan sin matrícula y no los paran. Paran a mi hijo de 13 años porque le gusta andar encapuchado. Ahora la medida fue cerrar el Sacude, que para muchos gurises es el único espacio de esparcimiento”, expresó una de las participantes.

“Nos falta comprometernos entre nosotros, estamos metidos dentro de la casa. Estamos todos menos humanos, me parece. Yo me crie acá en el barrio, jugando en la vereda, y también había chorros, pero hoy no hay compromiso de la gente. Si la Policía sabe y no hace nada, ¿para qué queremos más Policía?”, cuestionó otra vecina.

“Los gurises se tienen que esconder debajo de la mesa y las maestras tienen miedo de que entre una bala. Hay [personas de otros] barrios que no saben lo que es tener balaceras todos los días como tenemos nosotros. La otra vez mis hijos entraron llorando porque pensaban que había tiros y era que estaban jugando Peñarol y Nacional”, comentó una de las participantes en el encuentro.

“Estamos viviendo constantemente ‘ajustes de cuentas’ y faltan muchos vecinos que están sufriendo lo mismo y no están acá, a veces por miedo, porque hay gente que viene con miedo acá. Hoy una compañera llegó llorando. Estamos viviendo una situación crítica. Yo lo viví en carne propia: a mí hace dos años me balearon a un hijo. Acá pasó lo que pasó y está faltando alguien porque el gobierno y el Ministerio del Interior no vinieron”, expresó, en tanto, un funcionario del complejo.

Otro vecino planteó que en el barrio hay dos tipos de violencia: la de los arrebatos y la vinculada al crimen organizado. “Esa es la gran diferencia con lo que ocurría en el barrio hace 30 años. Tenemos que reconocer, como vecinos, qué podemos hacer, porque a veces –yo lo he vivido y mi familia también– vas a hacer la denuncia y de noche te van a buscar porque saben dónde vivís; los vecinos tenemos que cuidarnos de las cosas que hablamos. Hay que ver cómo atacamos esas cosas, que para mí son distintas”, señaló.

El coordinador del centro, Germán de Giobbi, expresó que existe un desacople entre las situaciones que están viviendo los vecinos y lo que los medios muestran. “El ejemplo más claro y más triste fue cuando, allá por agosto del año pasado, ocurrió esa balacera en la que mueren Micaela y Gabriel, al mismo tiempo estaba sucediendo lo del shopping que se había prendido fuego en Punta del Este. Los medios le dieron 400 horas de televisión a algo material que tenía seguro y le dieron dos horas en un fin de semana a la muerte de estas personas [...] Hay situaciones que son horrorosas y [a las que], lamentablemente, nos estamos acostumbrando. Parece que hubiese mucho más de dos sociedades; hay muchos que viven en una situación formidable y en un mundo de fantasía, cuando hay otros que a diario tienen que vivir este desastre”, sostuvo.

La hermana de Micaela, Yanet, es una de las fundadoras del colectivo La Vida Vale y habló con la diaria sobre la importancia de fortalecer la organización entre los vecinos: “Yo perdí a mi hermana el 5 de agosto. Ella salía de trabajar y empezaron los tiroteos; la mataron a ella, mi otra hermana se salvó porque se tiró a la cuneta. También mataron a Gabriel, un vecino de 25 años que salía del almacén. Ahora la situación está complicada porque hay tiroteos todos los días y los que lo estamos sufriendo somos los que salimos a estudiar y a trabajar”.

Definieron retomar la actividad en el Sacude y convocar a una nueva reunión

Tras la reunión, los referentes del complejo anunciaron que a partir de cierta respuesta lograda de las autoridades departamentales, y teniendo en cuenta la convocatoria de los vecinos, estaban dadas las condiciones para retomar la actividad en el centro. Convocaron, entonces, a una siguiente reunión de la Asamblea por la Seguridad y Convivencia de vecinos, vecinas y organizaciones de la Cuenca de Casavalle, el 8 de mayo.

Mientras se llevaba a cabo la asamblea, la directora del Departamento de Cultura de la Intendencia de Montevideo, María Inés Obaldía, convocó a una conferencia de prensa para informar que desde el gobierno departamental se concretaron varias reuniones con los vecinos y que se inició la colocación de focos en la zona, además de la poda de árboles para mejorar la iluminación del lugar.

Por su parte, el jefe de Policía de Montevideo, Mario D’Elía, dijo en una rueda de prensa que el Ministerio del Interior está analizando la situación y cree que existe un enfrentamiento entre bandas que explica el aumento de la violencia en los últimos días. “Todavía no puedo hacer demasiadas valoraciones ni informar, porque hay información reservada sobre la que se está trabajando”, agregó.