Tras el archivo de la investigación sobre la construcción del Antel Arena, hubo políticos del gobierno que criticaron a la Fiscalía. Entre ellos, la senadora Graciela Bianchi, quien dijo en su red social X que “la Fiscalía es una construcción de la izquierda para asegurar la impunidad” y que “desmantelar este centro de poder se va a lograr, pero lleva tiempo”.

Estos dichos, entre otros, generaron la reacción de Willian Rosa, presidente de la Asociación de Magistrados Fiscales del Uruguay (AMFU), que planteó en su red social X que “está bien discrepar con el resultado del trabajo de la Fiscalía y explicitarlo públicamente también, lo que no está bien es lanzar acusaciones temerarias sólo para desprestigiar a las instituciones; sobre todo si quienes lo hacen tienen cargos de responsabilidad”.

Rosa anunció, además, que la semana que viene van a presentar ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos una denuncia sobre “la situación de hostigamiento y acoso que sufre nuestra institución y nuestros colegas de parte de actores políticos de relevancia”. “Ojalá la mirada de organizaciones internacionales a las que Uruguay se ha adherido sirva para recomponer la situación que sufrimos desde la vigencia del Código del Proceso Penal y que los encargados de la persecución penal podamos trabajar en las condiciones adecuadas”, enfatizó.

En diálogo con la diaria, Rosa aclaró que, como representante gremial, no es su función defender o criticar qué hacen sus compañeros, pero, aclaró que las manifestaciones públicas que hace son a partir de las reacciones políticas ante el trabajo de los equipos fiscales, cuando van “más allá de la mera crítica entendible y ya se pasan a otro cáliz”.

Para el fiscal, “en medio de todas las decisiones de los fiscales y sobre todo las que se inscriben en lo que usualmente se conoce como ‘judicialización de la política’, se da este fenómeno de ‘tengo rencillas con políticas’ y las llevo al plano de la justicia penal esperando sobre todo la reacción de esa intervención”. “Después se genera como un show de rédito político a partir de si hay citaciones, si hay diligencias, todas cuestiones que en el diario vivir de los fiscales son cuestiones normales, pero, paralelamente o de forma lateral a la investigación, se genera una especie de show a partir de eso”, indicó.

“No quiero decir circo”, aclaró, sino “un show a partir de eso”. “Lo que uno puede ver es lo que da más rédito o allí genera más repercusiones, cuando en realidad los equipos fiscales están tratando de buscar si hay elementos o no hay elementos”, ilustró.

En lo que respecta a si hay o no elementos, afirmó que hay que tener presente que, si hay 25.000 denuncias al mes y unas 2.000 imputaciones, “estamos hablando de que hay 23.000 denuncias que se descartan –podríamos decir– o que se archivan, que no llegan a un resultado”. Entonces, “el archivo es algo común de una investigación y siempre pasa que las expectativas de quienes hacen las denuncias es molestarse muchas veces con los archivos”.

Rosa planteó que los archivos tienen la vía del reexamen, que “cuando no se sigue esta vía, no se analizan los fundamentos o prácticamente hay expresiones sin leer las consideraciones; se asignan intencionalidades a un dictamen, ya sea una imputación o un archivo”.

Para el fiscal, “ahí se empieza a trazar algo algo grueso que nosotros venimos poniendo de manifiesto, y que ya en la vía interna no tuvimos resultados, porque si uno tiene a la persona que es la tercera en la línea de sucesión presidencial haciendo estas consideraciones respecto de la Fiscalía, que son bastante gruesas –decir que ‘la Fiscalía está para asegurar la impunidad de determinado sector político’, así como se dice que ‘la Fiscalía está permeada por la ideología de género’ o que ‘la Fiscalía está para hacer los mandados’, todas cosas que han dicho algunos actores–, ahí viene la consideración y la reacción”.

Según Rosa, “cuando la vía interna se agota, los ámbitos internacionales son en donde hay que canalizarlo, porque vale decir que lo que los fiscales hacen es porque la ley los obliga a hacer; la ley los obliga a investigar y tienen el deber de investigar y si no hallan elementos, tienen el deber de archivar”. “Lo que hace el fiscal es cumplir con la ley”, remarcó, y “cuando esos fiscales hacen, tienen determinadas actuaciones, y hay otros mecanismos para revisar las acciones que tienen los fiscales, que no es la destemplanza o la consideración a grosso modo”.

“También corresponde decir que nosotros somos un Estado que ha adherido a determinados organismos o marcos internacionales a través de tratados que son supra Estado, que tienen determinada normativa respecto de estándares de Derechos Humanos, estándares de independencia judicial del trabajo de los fiscales, como las normas de la ONU respecto del trabajo de los fiscales y las normas interamericanas respecto del trabajo de los fiscales”, destacó el fiscal.

Rosa planteó que “cuando uno ve que la actuación o las acciones de determinada parte del sistema político a partir del año 2017 empezaron a tener consideraciones que van más allá de la crítica, y son parte de un acoso u hostigamiento, lo que nosotros vamos a hacer es someter a la consideración de esos organismos internacionales si en el Estado uruguayo los estándares internacionales para la actuación de los fiscales se están cumpliendo”.

“Se trata de estándares de independencia técnica de la Fiscalía, que incluyen trabajar sin presiones ni hostigamiento, con los recursos adecuados en el marco normativo, sin injerencias”, explicó. La intención es ver si “todo eso que el marco internacional prevé para que actúen los fiscales se está cumpliendo Uruguay, teniendo en cuenta que es un año muy complejo, porque es un año electoral”.

En este sentido, recordó que en 2019 “tuvimos bastantes dificultades y estaba fresco el nuevo CPP” y fue “un año muy conflictivo, sobre todo en la interna de la Fiscalía y con nuestro jerarca en aquel momento”. “Este año parece que también esto de la judicialización de la política va a poner a la Fiscalía en un centro bastante complicado, entonces necesitamos tener las garantías de estar trabajando en paz”, instó.

Para Rosa, “no puede ser que para un fiscal el hecho de la resolución de un caso que lleva, sea cual sea, no sólo vaya a ser sometida a las críticas, lo cual es esperable, sino a una destemplanza absoluta de acusaciones y de afrentas respecto de su persona y de que está siendo servil a determinados intereses que se consideran espurios por parte de quienes hacen esas acusaciones”; y que “lo hacen sin aportar ninguna evidencia más que las especulaciones o conjeturas a partir de conexiones de razonamientos o un silogismo que, en mi humilde modo de ver, parten de premisas que no son verdaderas sino que son antojadizas”. Por eso, “las conclusiones también son inexactas”.

“Cuando lo hace un ciudadano común, uno entiende que hay que soportarlo, pero cuando lo hacen personas que tienen responsabilidades dentro del organigrama del Estado es preocupante, porque ahí hay un un irrespeto hacia la función de un organismo que está dedicado a la persecución penal”, expresó.

En esa línea, cuestionó: “¿Qué fortaleza puede tener una institución si permanentemente recibe estos embates de parte de quienes después tienen que aprobar las normas presupuestales para la Fiscalía o tienen que designar a un fiscal general tienen que proveer las designaciones para las venias?”. “Después uno se topa con un montón de dificultades en el plano legislativo: que no hay recursos, que no está la designación del fiscal general, que no están las venias y que, una y otra vez, se encuentra con leyes que tratan de ir en contra de los fiscales, como es el caso de la ley de inhibición de los fiscales, que después recibió el veto del presidente”, detalló.

En ese contexto, según Rosa, “el marco interno no ha dado sus resultados y se hace imperioso el marco internacional”. “Nosotros estábamos terminando la presentación y surgieron estos nuevos eventos”, afirmó, y explicó que “justamente ahí lo que queríamos es hacer la presentación lo más alejado del foco de las instancias de las elecciones, para que el camino, la mirada de los organismos internacionales, de alguna forma surta el efecto deseado, que es garantizarnos el trabajo; el trabajar en paz y de alguna forma que aquellas personas que realizan estos embates cesen en estas afrentas hacia la Fiscalía”. Pero, “la verdad es que tuvimos que abrir otro ítem para incluir estas nuevas acciones que se habían cerrado en diciembre de 2023”, concluyó.