Robert Yroa, quien fue jefe de la Guardia Republicana en la anterior gestión de gobierno hasta que fue removido por varias polémicas en su gestión y trasladado como jefe de Policía de Colonia, fue formalizado por tráfico interno de armas en febrero de este año. Se dispuso como medida cautelar la obligación de fijar domicilio y no salir del país mientras continúa la investigación, que está a cargo de la Fiscalía de Delitos Económicos de tercer turno que encabeza el fiscal Gilberto Rodríguez.

La formalización fue el resultado de una investigación que surgió a partir de una importación de armas del Ministerio del Interior. Yroa aprovechó la importación y se compró un arma para él, la que luego cedió o vendió a otra persona.

Según informó El País, la Fiscalía pidió que Yroa sea condenado a 18 meses de prisión efectiva, es decir, a ser cumplida en una cárcel. En estos días se va a definir una fecha para el juicio que determinará su condena.

El País señaló que la maniobra comenzó en 2008 y fue descubierta en 2016. El Ministerio del Interior importó 40 subfusiles, dos fusiles de francotiradores –rifle Élite– y 30 escopetas. Además, en la importación Yroa se hizo traer un fusil de francotirador, por el que pagó casi 3.500 dólares y fue exonerado de impuestos. La maniobra fue descubierta porque el exjerarca intercambió esta arma por otra. Cuando el nuevo tenedor del arma fue a registrarla, se detectó en el sistema que su procedencia era ilegal, lo que desencadenó una investigación.

Una de las polémicas que llevaron a la renuncia de Yroa como director de la Guardia Republicana fue que su hijo usaba el polígono de tiro de esta fuerza policial para practicar.