El Ministerio del Interior presentó la adquisición de armas menos que letales con una demostración en el polígono de tiro de la Guardia Republicana. Informó que “el primer embarque con 400 lanzadores y más de 100.000 municiones llegó al país de la mano de la empresa Byrna”.
En la actividad participaron el ministro del Interior, Nicolás Martinelli, el subsecretario, Pablo Abdala, el director de la Policía Nacional, José Azambuya, el subdirector ejecutivo de la Policía, Efraín Abreu, el director nacional de la Guardia Republicana, Roberto Pereira, el Comando de la Dirección Nacional Guardia Republicana, el director del Instituto Nacional de Rehabilitación, Luis Mendoza, y el jefe de Policía de Montevideo, Mario D’Elía.
La tecnología de estas armas “ofrece respuestas efectivas en situaciones críticas, son accionadas por cartuchos de CO2 y disparan proyectiles cinéticos redondos de calibre 68 y proyectiles químicos irritantes que pueden incapacitar una amenaza desde una distancia de hasta 20 metros, sin necesidad de estar cerca del agresor”. Destacaron que “es fácil de usar, seguro y confiable”.
Durante la presentación se recrearon cuatro “estaciones de trabajo”. En la primera se hizo una prueba de precisión con disparos a una distancia de diez y 20 metros.
En la segunda hubo una simulación de una persona atrincherada con un arma de fuego, “lo que implicó el ingreso del grupo asalto y la utilización de los dispositivos lanzadores Byrna con agentes químicos para lograr neutralizar al atrincherado sin necesidad de utilizar armas letales”.
La tercera estación de trabajo consistió en una persecución, en la que una persona se dio a la fuga de la Policía “luego de ocasionarle lesiones con un arma blanca a un tercero”. En esta oportunidad se interceptó el vehículo y se procedió a neutralizarlo utilizando los dispositivos cinéticos Byrna.
La cuarta situación simuló el control de una manifestación; “luego de que los manifestantes cortaran la vía pública en forma violenta, se acudió al grupo de choque de la Guardia Republicana, que mediante altoparlante trató de que desistieran de la actitud”. Explicaron que en la simulación, que fue representada por policías, “los manifestantes mantenían su actitud violenta, lo que determinó la presencia del grupo de intervención, que mediante la utilización de los dispositivos Byrna, con agente químico, disuadieron la manifestación”.
“Cabe resaltar que es la primera vez que se adquiere este tipo de equipamiento y es una herramienta más con la que la Policía va a contar antes de tener que usar las armas letales. Tenemos un escalón más de respuesta con este tipo de dispositivos”, dijo Rafael Cruz, de la Guardia Republicana.
“La idea es que estos elementos provoquen el menor daño posible”, planteó, y afirmó que “no se le tiene por qué disparar en forma directa a la persona”. Explicó que “tiene proyectiles de agentes químicos que lo que hacen es disminuir la capacidad combativa de la persona”.
En un principio, son armas que va a utilizar únicamente la Guardia Republicana. “Antes de que estén en la calle, se tiene que hacer la capacitación en este tipo de herramientas a todos los operadores de los dispositivos Byrna”, señaló.
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Sobre la compra
Las armas Byrna son de origen argentino y también fueron adquiridas por el gobierno de Javier Milei y presentadas por la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, hace algunos meses.
En 2018, el exministro del Interior Eduardo Bonomi visitó Rusia y tras este viaje confirmó la compra de armas de este tipo de marca OSA, decisión que fue catalogada por la oposición del momento como “insuficiente” por el tipo de arma de que se trataba, a la vez que criticó que no se hiciera un llamado a licitación para esta compra. Finalmente, tras asumir el gobierno, la actual gestión resolvió no comprar estas armas a Rusia por un valor de un millón de dólares por 1.000 unidades.
Las pistolas OSA son recargables, a diferencia de las armas Byrna, que funcionan con una garrafa de CO2 que debe reponerse una vez que es disparada hasta su descarga. Las armas cortas tienen capacidad de diez disparos mientras las armas largas tienen cien disparos.