Tras la ampliación de la imputación de la socia fundadora de Conexión Ganadera Ana Iewdiukow por un delito de lavado de activos, el fiscal especializado en Lavado de Activos Enrique Rodríguez continúa la investigación sobre el fondo ganadero, apuntando al rol de la tomadora de ganado Pasfer SA, a cargo del representante de fútbol Maximiliano Rodríguez y sus otros dos socios, el consignatario de ganado Jorge Muraciole y el ingeniero agrónomo Andrés Grunert, según informó El Observador y confirmó la diaria.
Pasfer SA era una de las tomadoras de ganado de Conexión Ganadera que, según la investigación de la fiscalía, tenían contratos por unas 5.000 vacas, de las cuales unas 3.750 estaban como garantía de créditos con el Banco República, pero cuando las autoridades inspectivas del Ministerio de Ganadería ingresaron a los predios de la tomadora sólo encontraron 50 vacas.
Fuentes allegadas al caso señalaron que durante la indagatoria Rodríguez reiteró su ofrecimiento para resarcir a los inversores que firmaron contratos con Pasfer SA, para que recuperen el dinero invertido, aunque hay discrepancias con la fiscalía en cuanto a si Rodríguez debe ir más allá de los casos que fueron denunciados, que son dos de los 62 contratos firmados, y cómo pesa el hecho de que aún no estén verificados los créditos en el proceso de concurso, lo que implicaría resarcir a personas que aún no cuentan formalmente con la calidad de acreedores.
Se estima que durante la declaración ante la fiscalía se avance en estos puntos, más allá de que aún no está definido si se trata de una negociación que pueda enmarcarse en un acuerdo reparatorio o un proceso abreviado. Otro aspecto que estará en discusión es el alcance de las obligaciones asumidas por Pasfer SA según los contratos, en cuanto a la responsabilidad de Conexión Ganadera por la compra y el envío de los animales a la tomadora.
A fines de marzo, durante su primera declaración en Fiscalía, Rodríguez no pudo explicar el faltante del ganado en los campos de la empresa y señaló que quien recibía el dinero de los inversores y administraba los recursos provenientes de la venta del ganado eran el fallecido Gustavo Basso y su entorno. Uno de los puntos que se están investigando es si el ganado efectivamente fue comprado o si fue falsificado el registro de su compra.
Rodríguez también fue indagado por un ofrecimiento que hizo a algunos de los damnificados al ofrecerles comprar ganado por un 60% del valor, lo que pondría en situación de privilegio a uno de los acreedores del concurso. Rodríguez dijo que realizó esa oferta porque “una de las partes no atendía el teléfono” y subrayó que fue en enero que se dio cuenta de la situación, cuando se realizó la primera reunión con acreedores de Conexión Ganadera. “Ahí empezaron todos los problemas; cuando me doy cuenta de que tengo un montón de gente con contratos firmados, me vi en esta película en la que estoy ahora, diarios diciendo cosas, tele diciendo cosas y yo sentado acá; quise buscar una manera de salirme de esta foto”, expresó.
Rodríguez es director de Pasfer SA desde 2015; en 2010 fue gerente de compras en un frigorífico y está vinculado a los negocios ganaderos desde 2008. Pasfer SA fue comprada a un estudio jurídico y comenzó encargándose de la producción en feedlot. Rodríguez asumió que él tomaba las decisiones en Pasfer, más allá de que sus dos socios tuvieran la titularidad de la empresa por partes iguales. “Pasfer lo único que hacía era comprar ganado para recría o engorde, les vendía ganado a frigoríficos”, declaró. Pasfer SA recibía el ganado en un campo en Puntas de Ayala, en Treinta y Tres.
El vínculo entre Pasfer SA y Gustavo Basso comenzó en 2020. En 2019 Basso contactó a Rodríguez, a quien conocía desde hacía varios años, para comenzar a vender el ganado de Pasfer SA. “Era una persona increíble, con gestos humanos espectaculares”, comentó, y dijo que el vínculo con Conexión Ganadera siempre fue con Basso. Rodríguez explicó que Pasfer siempre trabajó con adelantos sobre ventas, y en los últimos cinco años apareció el mecanismo de la firma de contratos, que se realizaban los lunes en Florida. “Nunca firmé contratos con un inversor presente”, expresó, y agregó que Pasfer “no recibió un peso de un inversor”, y dijo que desde 2020 sólo recibió adelantos sobre ventas futuras. Rodríguez dijo que en su forma de entender el negocio el contrato tiene la debilidad de que se pone como garantía el ganado que está a nombre del propio inversor.