En diálogo con la diaria, Diego Cabrera, abogado del Betito y de su hermano Ricardo Cáceres, atribuyó el ataque a versiones generadas en la prensa que vinculan el ataque del Buceo y el asesinato del bebé de un año, hijo del líder de Los Colorados, a un enfrentamiento entre Los Suárez y Los Colorados, que aseguran que no es real.
Cabrera señaló que el 12 de octubre, cuando acribillaron la casa de Los Colorados y mataron al bebé, “lo primero que hacen es grabar un tipo que dice: ‘Estos son todos perros de los Beto Suárez y de los Albín’. Ahí el problema ya arranca mal, porque ni la Policía ni la Fiscalía lo han asegurado. Ahí saltó a la prensa la guerra entre Los Colorados y Los Suárez”.
“Ahora le disparan otra vez a esa mujer y obviamente Beto no tiene absolutamente nada que ver y, por un tema de mala prensa, le disparan al tipo ayer, que claramente él, al no tener nada que ver, no se está cuidando. El peligro se está demostrando ahora que le dispararon. Los Colorados dicen: ‘Ta, si fueron los Suárez, vamos a apuntar al Beto’, porque ni ellos saben quiénes fueron”, afirmó.
Cabrera agregó que la misma situación vive su hermano, Ricardo Cáceres, conocido como Ricardito, quien se encuentra aislado en una unidad de máxima seguridad desde hace cinco años. El abogado rechazó que se lo presentara en los medios como jefe de sicarios cuando no tiene antecedentes por homicidio y recordó las declaraciones públicas del exministro del Interior contra él cuando se estaba discutiendo un hábeas corpus. “Ricardo tiene un diagnóstico bueno al día de hoy, ha quedado determinado en pericias y en palabras del mismo director de la Unidad, el cual dijo en audiencia que es una persona que ha avanzado y mejorado muchísimo, está en condiciones de ser trasladado y no lo hacen por un tema de prensa”, afirmó.
“Se tienen que asegurar antes de que lo que dicen es real; si no, que no nombren a estas personas, la gente tiene familia y una vida que se ve afectada por dichos que son mentiras”, afirmó.
Este miércoles, pasadas las 21.30, por la esquina de Berna y Egipto pasó una moto negra NK con dos ocupantes; le dispararon a Alberto Betito Suárez y lo hirieron en el abdomen. Suárez, que estaba haciendo un asado en la puerta de su casa cuando recibió cuatro disparos, fue trasladado en taxi hasta la emergencia del Hospital del Cerro y luego al hospital Maciel, donde fue intervenido. Una vez fuera de peligro, decidió abandonar el hospital, dado que no está requerido por la Policía.
Si bien el ataque es atribuido a un conflicto entre Los Colorados y Los Suárez, dos bandas que se disputan el control del narcotráfico en Cerro Norte, fuentes del barrio señalaron a la diaria que el ataque no estaría vinculado a eso, y que no se ha establecido vínculos entre Los Suárez y el ataque ocurrido en la rambla del Buceo contra uno de los integrantes de Los Colorados. Además, sostuvieron que la prueba de que Suárez no estuvo detrás de esos ataques y no se sentía amenazado es que estaba haciendo un asado en la puerta de su casa, sin seguridad.
Las fuentes señalaron que Suárez abandonó el hospital por razones de seguridad; se fue en silla de ruedas y tomando todas las precauciones que los médicos le transmitieron. Por otra parte, advirtieron que, pese a que le dispararon a matar, la Policía no le tomó declaración, algo que ocurre con cualquier otra víctima.
Sobre las 5.30 Suárez publicó en su cuenta de Instagram una foto tomando mate y la frase “No manden niños a hacer cosas de hombres”, en una publicación difundida por Radio Sarandí.
El ataque que se atribuyó a un enfrentamiento entre Los Suárez y Los Colorados ocurrió en la tarde del domingo en Luis Alberto de Herrera y rambla Armenia, en la zona del Buceo, cuando desde una moto le dispararon al auto en el que viajaba una mujer de 24 años, junto a un niño de cuatro años, que resultó con heridas leves, y el hijo del líder de la banda, César Abelardo Giménez, que fue asesinado en julio en la ruta 1 casi camino Cibils.
La víctima del ataque de este domingo es la madre del bebé de un año que fue asesinado en octubre en su casa de Santa Cruz de la Sierra y Bogotá, perteneciente al clan familiar Los Colo.