Martín Mutio, condenado por el envío de 4,5 toneladas de cocaína a Hamburgo, denunció penalmente a la fiscal de Corte Mónica Ferrero, responsable de la investigación penal en su contra, y al equipo de investigadores que participó en el caso. Mutio sostiene que Ferrero ocultó un mail enviado por las autoridades alemanas que favorecía a la defensa.
Según la denuncia, a la que accedió la diaria, esa comunicación “daba cuenta de que habían investigado al comprador final de la soja y llegaron a la conclusión de que era un comprador real, sin vínculos con el narcotráfico”. En la denuncia, Mutio sostiene que Ferrero incurrió en delitos de abuso de funciones, falsificación por ocultación de documentos y asociación ilícita al estar en convivencia con los investigadores del caso.
También señala que el funcionario de la Armada que fue oficial del caso es responsable de un delito de falso testimonio, cometido el 15 de noviembre de 2021 en el juicio oral por el que fue condenado en segunda y tercera instancia.
La denuncia plantea que el oficial del caso, al ser consultado por el peso de la carga, incluyó el peso del contenedor, por lo que Mutio entiende que incurrió en un delito de falso testimonio. “Inventa una categoría que él llama peso bruto 1, que incluye contenedor y carga que no existe en la nomenclatura de la actividad exportadora, por la sencilla razón que comercialmente el peso relevante es el de la mercadería por sí sola sin el contenedor, que no integra el negocio y que es propiedad de la naviera o gestionado por ella”.
Además, acusa al oficial y a la Fiscalía de ocultar la información que perjudicaba a la teoría del caso de la Fiscalía. Menciona los planos de la carga que, según la defensa de Mutio, contradicen la hipótesis de que el contenedor no pudo ser contaminado a bordo. Concretamente, señala que la Fiscalía presentó un solo plano de estiba como evidencia de que el contenedor no pudo moverse y permaneció inaccesible durante todo el viaje, algo que según Mutio es cuestionado por otros planos de estiba de los otros puertos por los que pasó el buque, y agrega que la naviera entregó al oficial del caso todos los planos del buque. Otro punto por el que es señalada la declaración del oficial del caso es que dijo que las cámaras de seguridad del Puerto de Montevideo grababan por 30 días, cuando por medio de un oficio enviado a la Administración Nacional de Puertos logró constatar que las filmaciones en el momento de los hechos eran guardadas por un tiempo mayor.
La defensa de Mutio también denuncia a un funcionario de la División Propiedad Intelectual, Lavado de Activos y Narcotráfico, de la Dirección Nacional de Aduanas, quien declaró en juicio el 2 de diciembre de 2021. Mutio señala que este dijo haber recibido de la naviera Grimaldi un solo plano de estiba y advierte incoherencias en cuanto al peso de la carga, que para Mutio representan una coordinación entre los testigos para favorecer a la Fiscalía.
Por otra parte, denuncia a otro funcionario de Aduanas, que se desempeñaba en el Departamento de Sumarios e Investigaciones Administrativas, que declaró en audiencia el 25 de noviembre de 2021. El denunciado realizaba tareas de vigilancia, de control de depósitos de autorización de operaciones que se hacían en el Puerto de Montevideo. Según Mutio, el funcionario incurre en falso testimonio al intentar presentar la investigación de Aduanas como independiente de la investigación de Fiscalía, cuando otros testimonios señalaron la existencia de una coordinación liderada por Ferrero. Otro punto cuestionado por la defensa de Mutio es que el funcionario declaró que las exportaciones eran falsas, con base en que los contenedores eran abandonados con la carga, algo que Mutio niega, señalando que los contenedores que el funcionario dijo que habian sido abandonados en realidad fueron reexportados a Grecia.
“Sí pueden existir los errores judiciales, somos seres humanos, pero si esos errores son inducidos y causados maliciosamente, para engañar al sistema y lograr condenar a una persona inocente, es una barbarie”, expresó Sol Mutio, la esposa del condenado. “Las mentiras no deben ganar los juicios. La Justicia se debe respetar y honrar. Martín me lo dijo: la inocencia no se negocia, a pesar de los reiterados e insistentes intentos de la fiscal para que celebre un acuerdo por hacerse cargo de algo que no hizo. A veces la verdad es hija del tiempo, pero hay que transitar este proceso. No puede pesar más un relato que la evidencia real, por más que hayan querido callarla”, agregó en conferencia de prensa.