Un informe de la fiscalía de San Pablo, divulgado esta semana por los medios brasileños GloboNews y G1, detectó 2.078 miembros que responden a la organización criminal Primer Comando de la Capital (PCC), distribuidos en 28 países, principalmente en Brasil, Paraguay, Venezuela, Bolivia y Uruguay.
La investigación del Ministerio Público brasileño, a cuyas conclusiones accedió la diaria, identificó a 1.092 miembros del PCC que están en cárceles fuera de Brasil. Plantea que la principal forma que tiene el grupo para expandirse en el territorio es a través de las cárceles, donde logra captar miembros de otras organizaciones criminales locales para luego dominar el negocio en el territorio, principalmente narcotráfico, tráfico de armas y lavado de activos.
En Uruguay fueron detectadas 96 personas privadas de libertad que pertenecen a la organización y 44 que están libres, y es el cuarto país -fuera de Brasil- con mayor presencia de miembros del PCC. El primero es Paraguay, con 699 miembros, de los cuales 341 están en prisión; seguido por Venezuela, con 656 integrantes, 417 en prisión y 239 libres; y Bolivia, con 75 integrantes privados de libertad y 71 libres. Después de Uruguay se encuentra Portugal, que tiene 87 miembros del PCC, 29 en prisión y 58 libres, y es el país europeo con mayor cantidad de integrantes del PCC.
En la región también hay presencia del PCC en Argentina y Perú, con 56 miembros cada uno. Guyana cuenta con 53 miembros identificados, Colombia con 46 y Chile con 32. El PCC también está presente en Ecuador, Estados Unidos, Guayana Francesa, México y Surinam. En Europa, además de Portugal, se identificaron miembros del grupo en Alemania, Inglaterra, Serbia, Suiza, Bélgica, España, Francia, Holanda, Irlanda e Italia, y algunos pocos fuera de la región, en Turquía, Japón y Líbano.
La actividad del PCC en Uruguay
La actividad del PCC en Uruguay es investigada desde hace algunos años por las autoridades policiales uruguayas. Un documento de la Dirección de Investigaciones de la Policía Nacional relevó durante 2023 la operativa de siete grupos delictivos que operan en la frontera con Brasil, entre ellos el PCC.
La organización de origen brasileño, según ese documento, había registrado actividades en cuatro puntos limítrofes: Artigas-Quaraí, Rivera-Livramento, Río Branco-Yaguarón y Chuy-Chui. Según aquel relevamiento de la Policía Nacional, publicado por la diaria en marzo de 2024, al menos diez personas estaban identificadas como “integrantes confirmados” del PCC y varias de ellas están presas por delitos de narcotráfico, rapiña, homicidio o hurtos.
El documento de la Dirección de Investigaciones señalaba como “líder o reclutador” del PCC al uruguayo Diego Fernando de la Vega, que tiene antecedentes por narcotráfico de 2010 y una causa por homicidio calificado de 2014 ante la Justicia brasileña. En el relevamiento policial también había información sobre seis grupos criminales que operan en los departamentos fronterizos. Los dos con mayor cantidad de integrantes son Os Manos, con 52 personas, y Os Tauras, con 22 miembros.
Os Manos, según el reporte policial, ha desplegado acciones en Artigas, Rivera, Cerro Largo y Rocha. Allí se ha dedicado al “control de territorios, acopio y distribución de estupefacientes, y armas” y su líder es Carlos Silva de Mello, el Piojo, un uruguayo de 29 años que hasta hace unos meses estaba detenido en una cárcel de Caxias do Sul (Rio Grande do Sul).
En el caso de Os Tauras, las principales actividades son tráfico de estupefacientes y armas, y hay referentes del grupo en diferentes centros penitenciarios, varios de ellos por homicidios. Río Branco y Chuy son las ciudades en las que han tenido más presencia. Otros grupos con presencia en la frontera con Brasil son Bala Na Cara (Río Branco y Chuy), Primeiro Comando da Fronteira (Chuy), Fabio do Gas (Río Branco) y Os Crias da fronteira (Rivera).
Por otra parte, la policía uruguaya también investiga posibles vínculos entre el PCC y el robo de una avioneta en un aeroclub privado de Rivera. En la mañana del 4 de junio varias personas entraron armadas al Aeródromo La Lata, amenazaron a los funcionarios y robaron una avioneta marca Cessna, modelo 206. La aeronave salió del país y unas horas después fue encontrada estrellada en un campo en Paraguay.