El periodista Luis Bruschtein, subdirector del diario argentino Página 12, y el equipo de trabajadores despedidos de la Agencia de Noticias Télam fueron galardonados ayer con el Premio Rodolfo Walsh que otorga la Facultad de Periodismo y Comunicación Social de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP). La institución reconoció así a estos profesionales por su lucha en defensa del derecho a la comunicación y la libertad de expresión.
“Es un premio que hemos venido otorgando a aquellos periodistas y comunicadores que tienen una trayectoria y, particularmente en estos últimos años, de lucha contra la derecha, que han mostrado un compromiso con la verdad, con el testimonio ético y con la militancia profundamente social”, dijo Andrea Varela, decana de la facultad, durante la ceremonia de entrega del premio.
Bruschtein, por su parte, agradeció el reconocimiento y destacó la necesidad de ejercer la profesión periodística con compromiso social. “Si algo aprendí de Rodolfo Walsh fue a no ser muy autorreferencial ni abusar con cuestiones emotivas, pero en esta ocasión voy a hacer una excepción: vengo de una familia de luchadores, de la que estoy orgulloso, y quiero decir sus nombres porque quisiera que hoy ellos estén conmigo”, dijo, y mencionó a sus hermanos desaparecidos –Irene, Noni y Víctor–, a su padre, Santiago, asesinado por la última dictadura, y a su madre, Laura Bonaparte, integrante de Madres de Plaza de Mayo. El público, por su parte, respondió saludando los nombres con un rotundo “presentes”.
“Ellos están acá, como lo están tantos compañeros de nuestro gremio, que tiene más de cien desaparecidos”, agregó Bruschtein. “Yo tuve el privilegio de ejercer esta profesión con un sentido: a favor de las luchas sociales y en contra de las injusticias”, dijo, y recordó que cuando era adolescente distribuía el diario de la CGT de los Argentinos, en el que Rodolfo Walsh publicaba, por entregas, Quién mató a Rosendo.
Por los medios públicos y la pluralidad informativa
María Laura da Silva y Bernarda Tinetti, que recibieron el premio en representación de los más de 350 trabajadores de Télam que fueron despedidos el año pasado, expresaron su agradecimiento a la facultad por el apoyo que les brindaron en todo momento, y alertaron sobre el peligro en el que se encuentran los medios públicos de comunicación bajo el gobierno de Mauricio Macri.
“[El caso de] Télam es un paradigma de la destrucción del sistema federal de medios públicos por parte del gobierno y forma parte del desarme y debilitamiento de medios populares, comunitarios y alternativos que se servían de nuestra información”, dijo Da Silva. Además, agradeció el apoyo recibido ante “lo que nosotros, como laburantes, entendimos que es lo que había que hacer: defender nuestros puestos de trabajo y defender la pluralidad de voces, el federalismo informativo y los medios públicos que el gobierno de Macri quiere reducir a su mínima expresión”.
“Este premio lleva el nombre de los compañeros que se enfrentaron al neoliberalismo en 1996 y resistieron contra el intento de cerrar la agencia, y volvieron a hacerlo en el año 2000; hoy son los mismos mediocres los que quieren cerrar la agencia en nombre de Hernán Lombardi y Mauricio Macri”, afirmó Da Silva.
En el mismo sentido, Bruschtein señaló: “Asistimos a un tiempo en que los servicios de inteligencia van reemplazando al periodismo [en referencia al escándalo de extorsión y espionaje ilegal que involucra al fiscal Carlos Stornelli, que lleva la “causa de los cuadernos” contra Cristina Fernández]. No podemos naturalizar que alguien que se llame periodista arme carpetas de sus compañeros de trabajo. Tampoco que un sujeto que lo único que hizo fue sembrar mentiras y ensuciar a la familia Maldonado sea premiado como supuesto periodista. Si hay una sola voz hegemónica no hay democracia, aunque este gobierno haya sido elegido por los votos”.
El periodista se pronunció además a favor de la toma de posición: “Mi mamá siempre nos decía que la vida es como un río: uno se puede sentar en la orilla y ver cómo pasa el agua, o puede tirarse y nadar con el agua, y eso es lo que hicimos con mis hermanos y lo vamos a seguir haciendo”. También aseguró que siempre que estuvo en una redacción y tuvo que mandar a periodistas a hacer una crónica, les decía: “Involúcrense, tomen partido: eso es hacer periodismo”.
La ceremonia de premiación, que tuvo lugar en la sede Presidente Néstor Kirchner de la facultad, fue definida por la decana como “un acto de lucha y resistencia en un tiempo de tremenda persecución política”.
El Premio Rodolfo Walsh a la Comunicación Popular, entregado anualmente por la Facultad de Periodismo y Comunicación Social de la UNLP, distingue tres rubros: la trayectoria profesional, la labor periodística del año y la mejor tesis de investigación periodística en ámbitos universitarios de la República Argentina. El Honorable Consejo Directivo de la institución actúa como comité de selección, evaluación y dictamen, y reconoce en la figura de Rodolfo Walsh “un paradigma fundamental de la profesión periodística, en tanto el compromiso con la verdad, el testimonio ético, los valores y la militancia profundamente social que rigieron su vida tienen hoy una trascendencia universal”.
En ocasiones anteriores fueron premiados presidentes como Rafael Correa, Dilma Rousseff y Evo Morales; militantes y referentes sociales como Hebe de Bonafini, Rosa Bru y Susana Trimarco; artistas como René Pérez, de Calle 13; periodistas y escritores como Tomás Eloy Martínez, Ignacio Ramonet, Juan Gelman, Víctor Hugo Morales, Horacio Verbitsky, Osvaldo Bayer, Roberto Fontanarrosa y Eduardo Galeano; y actores como Diego Capusotto.