Dos semanas antes de que comience un nuevo encuentro local de novela policial, que reunirá –entre otros invitados– a varios argentinos, como la escritora Claudia Piñeiro, la autora, periodista y activista Florencia Etcheves, y los escritores Federico Axat y Juan Carrá, el viernes se inaugurará la XXXII Semana Negra de Gijón, el célebre festival que reúne a más de 150 autores de diversos géneros literarios y de distintos países europeos y latinoamericanos.

Durante dos décadas, los organizadores del festival intentaron convencer al irlandés John Connolly, que en 2015 estuvo en Montevideo, de que participara en el certamen: se trata del autor de una saga policial negrísima, protagonizada por el detective Charlie Parker. En las 15 novelas de esta serie se desata una lucha brutal entre el mal, el bien (o lo que se le parezca) y la búsqueda de justicia para los desclasados, los débiles o los olvidados. Connolly es el responsable de uno de los momentos más memorables de la novela negra contemporánea, capaces de conmover o perturbar a cualquier lector habituado al género. Una de sus particularidades es que lleva al límite la fusión entre la novela negra y lo sobrenatural mientras registra sutilmente el vínculo de Estados Unidos con los más vulnerables. Aunque, cuando conversó con la diaria, reconoció que los lectores de policiales en verdad no buscan lecciones morales: “A veces me siento un poco culpable al tener estas conversaciones, porque la gente no lee las novelas de crímenes por una cuestión social, o por lo menos no principalmente, ya que lo que buscan es entretenerse. Uno no siempre quiere leer Anna Karenina [de León Tolstoi] en un avión. Pero es posible ir introduciendo muchas otras cuestiones bajo la guía del entretenimiento. El escritor fracasa si ese comentario social se vuelve obvio, porque a nadie le gusta que lo prediquen, y por eso es necesario un acto de equilibrio”, decía.

En esta nueva edición, el festival se dedicará a reflexionar en torno a la literatura y distintas variantes, como el cómic, temáticas que cruzan las letras con el ciclismo, por ejemplo, y los habituales encuentros con lo judicial y policíaco. Además, este año homenajearán a los españoles republicanos que participaron en la liberación de París durante la ocupación alemana en la Segunda Guerra Mundial.

Literatura, cómic, ciclismo y dictadura argentina

Así, a lo largo de los nueve días que se extiende la Semana Negra, habrá cientos de presentaciones de libros, mesas redondas, debates, encuentros con autores y conciertos. Entre los participantes se encuentra el mexicano Paco Ignacio Taibo II, que este año asumió la dirección de la fundamental editorial Fondo de Cultura Económica (de la que se propuso cambiar el rumbo) y acaba de editar La libertad, la bicicleta, una personal crónica narrativa sobre su infancia y sobre su padre, Paco Ignacio Taibo I, quien, cuando intentó huir de la censura franquista en España, descubrió en el ciclismo profesional una posible salida.

Además, también se presentarán los argentinos Juan Carrá e Iñaki Echeverría, que este año editaron Esma, una novela gráfica –que ha sido definida como historieta documental–, sobre un periodista que sigue el proceso judicial de la megacausa (como se llama a una serie de causas judiciales por delitos de lesa humanidad) de la Escuela de Mécanica de la Armada (Esma), donde funcionó un centro de detención y tortura de la dictadura argentina. Con el objetivo de preservar la memoria, este libro registra los modos de funcionamiento del terrorismo de Estado durante esos años.

También se reunirán los españoles Lorenzo Silva, que lleva más de una veintena de obras publicadas, aunque es más conocido por sus novelas policiales protagonizadas por la dupla Bevilacqua-Chamorro; la escritora y periodista Berna González Harbour, y la narradora y poeta Noemí Trujillo.

Al codiciado premio Dashiell Hammett (que, hacia el final del festival, entrega la Asociación Internacional de Escritores Policíacos) están nominados el argentino Juan Sasturain (El último Hammett, en la que, después de salir de la cárcel, y tras 20 años de silencio, el veterano escritor Dashiell Hammett intenta escribir una nueva novela, que seguramente sea la última, aunque para hacerlo deberá enfrentar varios obstáculos), la vasca Noelia Lorenzo Pino (Corazones rotos) y los españoles Paco Gómez (Cuando gritan los muertos), Carme Chaparro (La química del odio) y Carlos Bassas del Rey (Justo).