Para Joyce Carol Oates, una de las grandes figuras literarias del siglo XX, la vida es una metáfora del boxeo, “uno de esos combates que siguen y siguen, asalto tras asalto, jabs o golpes rápidos, golpes errados, enganches, ninguna certidumbre, de nuevo la campana y de nuevo tú y tu adversario, en pelea tan pareja que es imposible no ver que tu adversario eres tú”. Sin poder eludir la eternidad del instante, sin posibilidades de huida ni sueños de fuga.

Ella, que ha publicado más de 100 libros, ha trabajado en todos los géneros, y ha sido capaz de contener, en una pincelada, todo el transcurso de una vida, será la que inaugure la nueva edición del Festival Internacional de Literatura de Buenos Aires (FILBA), que llegará a todos a través de su canal de Youtube, incluirá su versión infantil (el Filbita) y presentará, durante nueve días, una programación fuera de serie: estarán el rumano Mircea Cărtărescu, uno de los eternos candidatos al Nobel junto a Oates; la antillana Jamaica Kincaid (también favorita para el premio que se entrega mañana); Nic Pizzolatto, el estadounidense que recorrió el mundo con True Detective, la serie que reveló a un escritor brutal del que después se tradujeron varios libros (La profundidad del mar amarillo y su potencia desgarradora, Galveston y su variante del wéstern en el sur gótico profundo); el conocido cronista del New Yorker Jon Lee Anderson (Estados Unidos), que se ha especializado en temas latinoamericanos y conflictos posteriores al atentado del 11 de setiembre; la poeta Sharon Olds (Estados Unidos); el escritor y guionista de Amores perros, 21 gramos y Babel, Guillermo Arriaga (México); los chilenos Alejandro Zambra y Lina Meruane, y una larga lista de 40 invitados internacionales, entre los que se encuentran los uruguayos Mercedes Calvo, Horacio Cavallo y Roy Berocay, e importantes referentes como Vivian Gornick y Siri Hustvedt.

Lecturas, performances, conciertos, talleres, conversaciones, entrevistas, clases abiertas, podcasts y ciclos de cine con films vinculados a escritores son algunas de las propuestas gratuitas del FILBA para todas las edades (con cupos limitados e inscripción previa ya disponible en www.filba.org.ar), salvo tres clases magistrales que son aranceladas ($ 980 argentinos): en su master class Pizzolatto explicará cuáles son las herramientas que aporta la literatura a las narrativas audiovisuales (aunque también dará una charla gratuita sobre sus influencias literarias y artísticas, además de su fanatismo por las estructuras narrativas que ofrecen las series); Anderson hará un recorrido por su extensa carrera para presentar las principales dificultades con las que se puede encontrar un cronista al trabajar con la experiencia personal y el rigor periodístico; y en su clase, la escritora colombiana Yolanda Reyes, una referente iberoamericana en lo vinculado a la formación de lectores, se dedicará a la poética de la infancia (en su encuentro abierto, Reyes compartirá fragmentos de su obra e invitará a conversar a los niños).

Una formidable invitación a pensar y sentirse interpelado, que presenta novedades como “Voy con audio”: todas las noches del festival un escritor leerá un cuento a través de un audio de Whatsapp, y para recibirlo es necesario inscribirse en el formulario que está disponible en la web hasta el jueves 15. O Pongamos por caso, una obra del argentino Rafael Spregelburd en la que el tema será la traducción, y los intérpretes, seis traductores.

Cuota uruguaya

En un año en que la nada es como intuíamos, la literatura se vuelve una clave para comprender las experiencias que vivimos. “Estamos en transformación y desconocemos cuál es el destino de esta metamorfosis planetaria. Sabemos que en el camino, al menos, tendremos los libros, las historias y las voces de escritoras y escritores que tal vez nos ayuden a entendernos”, plantean los organizadores.

Amalia Sanz, directora del festival, reconoció a la diaria que la ventaja de la virtualidad es la posibilidad de abrir otras puertas y poder contar con autores a los que vienen invitando desde hace años, y por distintos motivos no habían podido llegar. “Teníamos el desafío de cómo traducir al mundo virtual un festival que, en su historia y su recorrido, apunta muchísimo a lo presencial”, dice, y por eso, apostaron por no replicar los mismos formatos. Cuenta que habrá desde actividades por Whatsapp hasta una página web interactiva que se pondrá en funcionamiento el día de la inauguración del festival, pero también performances, vivos de Instagram y muchísimo material en el canal de Youtube.

En cuanto a la participación uruguaya, señala el hecho de que este encuentro se haya concentrado, casualmente, en la literatura infantil y juvenil (LIJ), a partir de Mercedes Calvo, Roy Berocay y Horacio Cavallo. “Filbita cumple diez años, y esta edición es muy importante para la LIJ, con autores de renombre en el campo internacional, como Oliver Jeffers, que tendrá dos grandes participaciones. Para nosotros Montevideo es central para el festival, ya que fue sede en más de una edición y esperamos, que el año que viene podamos volver a encontrarnos”.