“Por ser uno de los grandes narradores de la lengua castellana, heredero del espíritu cervantino y creador de mundos imaginarios”, y también ser creador de “una prosa y una sagacidad que lo hacen singular, sorprende y ofrece continuos nuevos desafíos con los que traspasa el ámbito de la fantasía”, el escritor Luis Mateo Díez fue distinguido en la noche del martes con el premio Cervantes 2023, según un fallo leído por Miquel Iceta, ministro de Cultura del gobierno español.

En su obra “sobresalen la pericia y el dominio del lenguaje que el autor acredita en una escritura en la que mezcla con maestría lo culto y lo popular” y “prevalece el humor como el mejor resorte para explicar lo que sucede”, con una “perspectiva que permite entender la complejidad de la condición humana”, dice el fallo del jurado, que estuvo integrado, entre otros, por la uruguaya Cristina Peri Rosi, ganadora del premio en 2021 y el venezolano Rafael Cadenas, premiado el año pasado.

Nacido en Villablino (provincia de León) en 1942, Díez comenzó a publicar poesía a fines de la década de 1960, cuando ya residía en Madrid, y en 1973 pasó definitivamente a la prosa con la aparición de los relatos de Memorial de hierbas. Su primera novela, Las estaciones provinciales, apareció en 1982 y sería la siguiente, La fuente de la edad (1986), la que lo colocaría en el radar cervantino: está protagonizada por una cofradía de bebedores que, entre guiñadas permanentes a la literatura caballeresca, se lanzan a la búsqueda de un manantial medieval de legendarios poderes.

Además del choque entre imaginación y vida real que remite al Quijote, La fuente de la edad también se ubica en un pequeño pueblo. Ese tipo de escenario es el centro de otro núcleo de la obra de Díez, la llamada “trilogía de Celama”, compuesta inicialmente por las novelas El espíritu del páramo, La ruina del cielo y El oscurecer. La comarca ficcional y el recurso a lo fantástico han suscitado algunas comparaciones entre la obra de Díez y la de Gabriel García Márquez, así como su juego con la baja y la alta cultura –por usar una terminología de otros tiempos— lo ha conectado con los trabajos del estadounidense Thomas Pynchon.

Leerlo en Uruguay

Varios de los libros de Díez se pueden conseguir físicamente en Uruguay: Gente que conocí en sueños, El hijo de las cosas y Los viajes cotidianos, entre ellos.

En digital, y gratis a través de Biblioteca País, se puede leer la mayoría de sus títulos.

Entre ellos, está la tentadora Celama (un recuento), que reúne 31 historias de las novelas que componen la mencionada trilogía y además relatos inéditos.

Regreso de la prosa

Díez recibió la noticia del premio con humor, y en sus primeras declaraciones bromeó con su edad: “¡Soy un octogenario que mantiene el tipo! De hecho, soy mejor escritor que nunca y voy a seguir en ello hasta que se me vaya la olla, que puede ser pasado mañana. Mis mejores novelas no se han publicado todavía”.

El premio Cervantes no sólo es el más prestigioso de nuestra lengua, sino el de mayor peso económico: el ganador recibe 125.000 euros. Instituido en 1976, desde 2018, cuando se distinguió a Ida Vitale, el premio venía siendo otorgado sólo a poetas.

Además de contar con Peri Rossi y Cadenas, el jurado de esta edición estuvo integrado por Santiago Muñoz (miembro de la Real Academia Española, institución que Díez también integra desde 2002), Luisa Campuzano (de la Academia Cubana de la Lengua), Antonio Lorente (representante de la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas), Laurette Godinas (de la Unión de Universidades de América Latina), Javier Rioyo (del Instituto Cervantes), Raquel Lanseros (por el Ministerio de Cultura de España), María Jesús Chao (por la Federación de Asociaciones de Periodistas de España), Juan Carlos Camaño (por la Federación Latinoamericana de Periodistas) y Madeline Sutherland-Meier (por la Asociación Internacional de Hispanistas).