El café de especialidad se distingue por ser de grano 100% arábica y sin defectos sensoriales. Además, debe ser controlado desde la semilla y la siembra hasta el tostado y la molienda. A esto se dedican una australiana y un uruguayo que llevan adelante un microemprendimiento en Piriápolis.
Hace dos años, Jannelle Hopman y Fernando Olivera desarrollaron un modelo de producción a pequeña escala, que les permite seleccionar el grano en origen y tostarlo en casa. De esa manera nació la tostaduría de Forajida, un proyecto que no tiene antecedentes en el departamento de Maldonado.
Forajida Café funciona en un contenedor de carga adaptado con materiales nuevos y reutilizados. Es el producto de diez años de investigación, formación y viajes, en los que Nelle se interesó en la elaboración y cata de café. “La cata de café es determinante para la calidad según los estándares internacionales, también para determinar qué perfiles aromáticos y de sabor definen la personalidad del café que querés hacer”, señaló.
Aunque hay muchísimas variedades de plantas de café, sólo dos se cultivan de forma comercial para su procesamiento y venta: las variedades robusta y arábica. Los granos de café de la variedad arábica producen un café con un sabor más agradable y un contenido en cafeína (que le da el gusto amargo al café) inferior al de las otras variedades.
El café producido en pequeños emprendimientos conserva los valores y los saberes de las familias que durante muchos años se han dedicado a plantar. “Los cultivadores habitualmente reciben un porcentaje muy pequeño de lo que vale el producto finalizado, son ellos quienes tienen el conocimiento sobre la tierra, el clima y el grano”, destacó Nelle.
A pesar de la especulación con los precios de la tierra y el constante desplazamiento de los productores debido al avance de los grandes establecimientos, todavía es posible comprar directamente a pequeños productores de Brasil y Colombia.
Este contacto directo y personal permite elegir el grano que se adapta mejor a las proyecciones que se esperan del resultado del café en la taza. La propuesta de Forajida Café se completa con opciones de pastelería de elaboración propia; está ubicado en Gregorio Sanabria 909, a media cuadra de la rambla de los Argentinos. Un café con una porción de dulce cuesta, en promedio, unos 250 pesos.