Los estacioneros de Maldonado, nucleados en el gremio Vendedores de Combustibles de Maldonado (Vecoma), resolvieron no aceptar tarjetas de débito y crédito desde el 4 de abril. Nicolás Pascaretta, dirigente de Vecoma, planteó que las 27 estaciones que adhirieron a la medida no pueden “asumir los costos financieros que insumen las transacciones financieras” y que el valor de los aranceles que cobran los bancos por los pagos electrónicos era “excesivo”.

Por este motivo, el diputado de Maldonado por el Partido Nacional (PN) Diego Echeverría se reunió con el presidente del Banco Central del Uruguay (BCU), Diego Labat, este miércoles. Echeverría evaluó que el “problema” por el uso de las tarjetas afecta a “todos los rubros”, no obstante, destacó que los estacioneros fueron quienes “propiciaron” la discusión sobre este asunto.

En diálogo con la diaria, el diputado nacionalista consideró que la reunión con Labat fue “muy buena” y que inició un debate “profundo” sobre la necesidad de bajar los aranceles para generar mayor competitividad. “Labat se mostró dispuesto a generar caminos de diálogo con las empresas y las tarjetas para buscar soluciones”, afirmó.

Echeverría señaló que uno de los caminos para sortear el problema es promover el proyecto de ley del senador del PN Sergio Botana, que plantea implementar un tope a los aranceles de 0,4% para las tarjetas de débito y 1,5% para las de crédito. “Hay que aliviar los costos en seguridad social, tributos, impositivos y operativos. Es necesario ponerles un tope a las tarjetas”, indicó el diputado.

Otra opción, según Echeverría, es que los privados y los bancos lleguen a un acuerdo. Planteó que en Uruguay existen 3,5 millones de tarjetas de crédito y tres millones de débito, lo que se traduce en 200 millones de operaciones al año a través de medios de pago electrónicos. Expresó que “debemos ponerlo a consideración porque el volumen es grande”.

Lamentó que los aranceles que cobran los bancos sumado a los “altísimos” costos de producción y trabajo en todos los rubros hagan que el comerciante se quede con “poco” margen de ganancia. “Algunos [emprendimientos] son tan pequeños que la mayoría de la ganancia se la lleva la tarjeta, cuando el comerciante es quien pone el esfuerzo, el trabajo y el capital. Algunas transacciones se llevan el 1,25% más IVA . Eso acota los márgenes”, indicó. “Hay que ponerse una mano en el corazón”, manifestó.