Este miércoles los integrantes de la Asociación de Vendedores de Combustible de Maldonado (Vecoma) asistieron a una reunión de la Comisión de Hacienda de la Cámara de Diputados, luego de ser convocados por el diputado de Cabildo Abierto (CA) Álvaro Perrone para que explicaran la decisión de no aceptar tarjetas como formas de pago en las estaciones de servicio del departamento.

En un comunicado a la población, Vecoma argumentó que la medida fue tomada como “último recurso”, después de varios años de reclamos por el “excesivo costo de los aranceles” que cobran los bancos. Afirmaron que la inclusión financiera llevó a un crecimiento en el uso de las tarjetas, cuyo costo es “insostenible” para los comerciantes. “En muchos casos, significa más de 60% de nuestra facturación”, indicaron.

Consultado por la diaria, Perrone manifestó que apoyaba la medida. “Los bancos se terminan llevando la mayor parte de la ganancia del trabajo [de los vendedores]”, afirmó. En esa línea, planteó que el Banco Central del Uruguay (BCU) y el Banco República (BROU) deben intervenir y bajar los aranceles. De esta forma, según el cabildante, la “banca privada” no va a tener “más remedio que bajarlos también”.

Sin embargo, señaló la necesidad de evaluar si la decisión “no se roza con la esencialidad”, y cuestionó qué sucedería si un ciudadano se enfrenta a una emergencia médica, que requiere concurrir a un centro de salud, y no dispone de dinero en efectivo para pagar el combustible.

En diálogo con la diaria, el dirigente de Vecoma, Nicolás Pascaretta, contó que durante la reunión con los diputados aclaró que los estacioneros de Maldonado no tienen “ningún inconveniente en recibir una tarjeta de crédito ante una emergencia”.

Estas situaciones “siempre se solucionaron de la manera a la que estábamos acostumbrados antes de que existiera esta medida. Hay infinidad de situaciones que se han dado; por ejemplo, un cliente que viene con una señora parturienta y se le pone nafta. A las horas vuelve para agradecer y a pagarnos. Esas situaciones las descarto completamente en el interior del país porque acá todos se conocen. Conocemos a la clientela como para negarle el combustible ante una emergencia”, expresó.

Pascaretta planteó que “es totalmente falso” y “una mentira” que las estaciones de servicio incrementen su ganancia ante el aumento del precio de los combustibles. Según el dirigente gremial, la ganancia aumenta mensualmente de acuerdo al índice de precios del consumo. “Se ajusta de forma totalmente independiente al ajuste del combustible. Para que se tenga en cuenta, hubo un aumento de 40% de los combustibles desde diciembre hasta esta parte y la ganancia en las estaciones aumentó 6%”, aseguró.

Coincidió con Perrone en que es necesario reducir el arancel por el uso de la tarjeta de débito. “Los diputados entendieron que los aranceles del débito son un disparate y que, además, no pueden pasar 48 horas para que [el banco] pague algo. Prácticamente se retira el dinero en el mismo acto porque es una sustitución del efectivo. Tendría que ser sin costo”, consideró.

“El BROU y el BCU son actores predominantes en estas negociaciones y tienen que tener una injerencia e intervención. Se pide que el BROU dé el ejemplo como banco país”, agregó. En caso contrario, opinó que se debe impulsar el proyecto de ley que presentó el senador nacionalista Sergio Botana, en diciembre, que propone fijar un límite en los aranceles que cobran las entidades financieras por el pago electrónico. Propuso un tope de 1,5% para el pago con crédito y de 0,40% para el pago con débito.

Por otra parte, afirmó que mantendrán la medida y que, hasta el momento, no hay “ninguna novedad” con respecto a la postura del Poder Ejecutivo sobre la problemática.

El miércoles 27 de abril habrá una asamblea de la Unión de Vendedores de Nafta, la gremial a nivel nacional, en la que decidirá si adhiere a la resolución tomada en Maldonado, que fue aplicada el 4 de abril en 23 de las 27 estaciones de servicio. Hasta el momento, San José y Tacuarembó son los únicos departamentos que replicaron la medida.