Edwar Vaz, profesor de inglés de Maldonado, fue asesinado de dos disparos el 9 de julio de 2018 por dos sicarios contratados por su exesposa Lulukhy Moraes, quien fue sentenciada a la pena de 24 años de cárcel por un homicidio muy especialmente agravado por la “premeditación y alevosía”, junto con su pareja Carlos Machado. Ambos fueron los autores intelectuales del crimen.

Además de Machado y Moraes, con quien el profesor estuvo casado entre 1997 y 2006 y tuvo dos hijos, fueron condenadas cuatro personas más por participar directa o indirectamente en el homicidio. Una de ellas es Franco Silveira, empleado de Moraes, a quien la pareja le pidió que trasladara a los dos sicarios para “darle un susto” a la víctima.

Según la sentencia, el Tribunal de Apelaciones en lo penal de 2° turno confirmó que el hombre mantuvo varias reuniones con los autores intelectuales del homicidio en el chalet Gipsy Queen, ubicado en el barrio residencial Beverly Hills de Punta del Este y conocido como la “mansión del sexo”.

Carlos Alberti, por su parte, uno de los dos sicarios contratados, fue condenado a 25 años de penitenciaría por ser el coautor del delito. El hombre fue quien tocó el timbre del edificio donde vivía Vaz y lo convenció de que bajara.

Hubo otros dos condenados: Mathías Guarteche recibió la pena de 24 años de penitenciaría por trasladar a los asesinos desde Montevideo a Maldonado, y Leticia Giachino, amiga de Moares y responsable de comprar los celulares que usaron los homicidas, cumple una pena de ocho años de prisión por ser cómplice.

A casi un año de la condena que dictaminó la jueza Ana María Guzmán, la fiscalía logró comprobar la culpabilidad del autor de los disparos, identificado como Marcelo Barboza, quien es la última persona involucrada en el asesinato.

Según informó a El Observador el fiscal letrado de primer turno, Sebastián Robles, tras un juicio oral que se llevó a cabo en la tarde de este jueves, la Justicia sentenció a Barboza a 30 años de cárcel por un homicidio muy especialmente agravado por la premeditación y la promesa de sicariato. El hombre de 42 años cobró 7.000 pesos por cometer el crimen, mientras que Alberti recibió apenas 3.000.