La cardióloga Marta Varela Gallinal presentó su último libro El verdugo de la infancia: la ideología de género, junto a la escritora Mercedes Vigil, en una actividad que contó con la presencia del vicepresidente del Instituto del Niño y Adolescente del Uruguay (INAU) y representante del organismo por Cabildo Abierto (CA), Aldo Velázquez, que se realizó el viernes en la Azotea de Haedo, en Maldonado.

El jerarca tomó la palabra y admitió que INAU es “el único organismo que no tiene Unidad de Género, la tenemos creada pero no se ha puesto en funcionamiento porque cada vez que me traen un reglamento para esa unidad, viene con ideología atrás y yo lo reboto”.

En esa línea, contó que cuando se votó la reforma del estatuto del Instituto Interamericano del Niño con lenguaje inclusivo, “la votó el presidente [de INAU, Pablo] Abdala. Una estupidez, porque no se animó a votar en contra, aunque estaba en contra”, consideró.

El integrante de CA mencionó que el colectivo Red de Padres Responsables, contrario a la educación sexual para niños y niñas, envió una carta para que “los padres soliciten que no se les dé educación sexual a sus hijos”. “Mi hija va a un colegio que está con todo este tema de la ideología de género; yo presenté la carta hace cuatro años y logré que ella no reciba educación sexual”, contó.

El integrante del directorio del INAU se refirió al “adoctrinamiento de género” y consideró que es “importante destacar la responsabilidad del INAU en todo esto”, que tiene “la responsabilidad de frenar un poco esta ola que estamos tratando de frenar. Tengo diferencia con el presidente, con el cual coincidimos en algunos aspectos, pero estamos frenando cosas que son una locura”, indicó.

La actividad, que contó con la asistencia de unas 50 personas, fue anunciada mediante las redes sociales de La Casa de la Cultura de Maldonado y publicada en el sitio web de la Intendencia de Maldonado, cuyas funcionarias de Protocolo brindaron el servicio de recepción.

El libro en cuestión

Es el tercer libro en autoría de Varela, que es una continuidad de los ya publicados por la autora sobre el tema, como Hegemonía cultural de “izquierda”: la educación al desnudo y S.O.S. educación: ¿fraude o rescate? En este último se detiene en lo que ella denomina “adoctrinamiento de la ideología de género”.

El discurso de la presentación del libro de Varela se desarrolló con base en el análisis de los planes educativos de Educación Inicial y Primaria de Uruguay y la guía didáctica de Educación Sexual, de 2008. La autora dijo que en ambos casos “se instruye a los docentes para inculcar a los niños que lo masculino y lo femenino son adquisiciones sociales, que no dependen de lo natural -que es el cuerpo-, sino que dependen de cada persona de ser varón o mujer, independientemente de su cuerpo”, lamentó.

Para Varela, que la ideología de género sea “piedra angular del programa de educación del programa de educación inicial y primaria como praxis liberadora” es un “engaño monstruoso”. Agregó que ese adoctrinamiento “es destructor” de la “identidad natural del niño”. La autora dijo que llegó a esta conclusión tras el “análisis exhaustivo” del Código de la Niñez y la Adolescencia, que “no habla en ningún momento de los derechos sexuales de los niños”.

Además, la autora consideró que la manera en la que opera el “adoctrinamiento de género” se sostiene sobre tres pilares fundamentales: “la ideología de género mediante la alteración de la identidad natural del niño, el alejamiento del ideal de familia por el joven e inculcando el feminismo radical en las mujeres, [lo] que infunde en ellas odio hacia los hombres, rechazo a la familia y a la relación heterosexual y cuya puerta de entrada es la altruista y angelical defensa de los derechos humanos”.

Para Varela, el “adoctrinamiento de género” es “opuesto a lo liberador”: es “esclavizador por alterar la naturaleza del niño desde los 3 o 4 años, ofreciéndole la opción sexual en 5º año de escuela, siendo que el niño no puede discernir lo que está eligiendo”. Varela defiende que el sexo biológico es el determinante de la identidad de género y es una condición inmutable, pero además señala que la divulgación de “la ideología de género” y “la implantación de la ideología neomarxista” son factores determinantes de las elecciones de identidad de las personas.