El docente, percusionista, director y compositor argentino Santiago Vázquez creó en 2005 un sistema de dirección musical denominado “percusión con señas”, en sus palabras, “una forma de hacer música basada en la improvisación grupal, utilizando un lenguaje de señas compuesto por alrededor de 150 gestos, en el que un director coordina la improvisación convirtiendo las ideas individuales en una composición colectiva”.
El músico, que hace un año se radicó en el balneario Las Flores, planteó que desde su perspectiva “la construcción comunitaria, lo integrador y la inclusión del público” representan aspectos “fundamentales” de su labor musical.
Además, Vázquez contó que esta forma de hacer música, por lo fácil que es aprenderla y los resultados inmediatos, la han llevado a ser utilizada en espacios educativos, de terapia, de trabajo de grupo y en programas de integración social. La percusión con señas colabora en el desarrollo de habilidades personales e interpersonales como la escucha, la coordinación, la creatividad y el liderazgo, así como la promoción de la diversidad, aseguró.
En Argentina el músico dirigió La Bomba de Tiempo, un grupo de percusión con señas que propone un espectáculo bailable bajo la consigna “Lunes bomba”. “Es el grupo mío más conocido”, dijo Vázquez, y agregó que el show se hace todos los lunes en Ciudad Cultural Konex, en Buenos Aires.
Vázquez conformó también los proyectos musicales La Grande, que lleva más de diez años en ejercicio y se presenta todos los martes en Santos 4040, en Buenos Aires; y Pan, integrado por dos grupos a los que definió como “distintos entre sí” y que se dirigen mediante el “ritmo con señas”.
También fue integrante y fundador del grupo de jazz Puente Celeste, con Edgardo Cardozo en guitarra, Luciano Dyzenchauz en contrabajo, Marcelo Moguilevsky en instrumentos de viento y coros, y Lucas Nikotián en acordeón y piano. La conformación, que tenía influencias además de otros géneros como el tango o el folclore, nació en 1997 con el disco Santiago Vázquez & Puente Celeste. Presentaron, además, los discos Pasando el mar, en 2002; Mañana domingo, en 2004; Canciones, en 2009, y Puente Celeste en vivo en Café Vinilo, en 2011.
Ñu en Pueblo Narakan
Desde el primer lunes de mayo se lleva adelante el proyecto Ñu en Pueblo Narakan, un espacio cultural instalado en la península de Punta del Este. Se desarrollará durante todo mayo y junio y contará con ocho músicos en el escenario y un invitado sorpresa.
Para la propuesta, Vazquez parte de que es un espectáculo “para que el cuerpo goce, para que la gente baile. Está todo mezclado, toma influencia de todos los músicos e incluso del público, porque estamos mirando lo que pasa con la gente cuando baila: hay un diálogo en el que todo está aceptado y todo está incluido”.
El “octeto estable” que sigue a Vázquez está integrado por Guillermo del Castillo en mandolina y bouzouki, Edgardo Trigo en vibráfono y percusión, Silvina Gómez en clavicordio y percusión, Germán Lamonega en contrabajo, Alex D en beatbox, Nacho Delgado en percusión y Tato Bolognini en batería.
Vázquez dijo que él “no tenía pensado hacer un grupo acá”, pero Ñu surgió de la necesidad de interactuar con músicos que le “impresionaron”. En ese sentido, explicó que “hay una calidad y una cantidad de músicos muy impresionante acá [en Uruguay] y me fui tentando con interactuar con esos con los que siento que me gustaría encontrarme como público, y con el disfrute de tocar con ellos y de dialogar mediante el ritmo con señas”.
Las entradas se pueden adquirir en redtickets.uy. Las anticipadas cuestan $330 y en la puerta, $440. La dirección de Pueblo Narakan es Juan Díaz de Solís 678, Punta del Este.