Cuando asumió la presidencia de la Mesa Política del Frente Amplio (FA) de Maldonado, en febrero de 2022, la doctora Silvana Amoroso tenía el cometido de reparar la fractura interna provocada por la polarización de liderazgos y reconstruir el vínculo perdido con las bases y las organizaciones sociales en los años anteriores. Ambos factores arrastraron a la fuerza política a una caída electoral en 2019 y a una apabullante derrota en las elecciones departamentales de 2020, con la pérdida de sus dos bastiones en el departamento: los municipios de San Carlos y Piriápolis. Ahora, a días de las internas partidarias y con más de un año de conducción del FA departamental por delante, Amoroso cree que la estructura de la coalición se fortaleció y que recompuso la relación con las organizaciones sociales. Esa es la base de su pronóstico optimista en cuanto a los resultados del domingo 30 y los tiempos que seguirán.

“Tendremos un aumento en el número de votantes tanto a nivel nacional como departamental, en comparación con las internas de 2019”, dijo a la diaria, basada en la efervescencia militante que aprecia en los comités de base y en las barriadas de campaña. “Hay una muy buena disposición de la gente a conversar y escuchar. En Maldonado sentimos un rechazo en 2019 que ahora no se da”, sostuvo. Razones para este cambio en el talante del electorado hay varias: “Una, seguramente, tiene que ver con nuestra actitud, a partir de la autocrítica en la que detectamos errores que empezamos a corregir. En estos años estuvimos acercándonos a la gente y a sus problemas desde la humildad, para escuchar y saber lo que piensa”, dijo.

Luego está el impacto de las medidas del actual gobierno sobre la población: “Más allá de la pandemia o de la coyuntura de la guerra [en Ucrania], los trabajadores, los jubilados y los pensionistas nos transmiten cuánto han sufrido con la coalición multicolor”. A esto, Amoroso sumó los varios escándalos de corrupción y falta de transparencia en torno al Poder Ejecutivo: “El gobierno se ha mandado muchas macanas, y su relato ante los medios de comunicación ha perdido credibilidad”.

Además, pesa la diferencia de cómo la centralidad frenteamplista mira al interior del país y “los gestos” que hizo durante esta campaña. “El FA ha tenido un cambio en eso, aprendió. Eso lo vimos en un plenario nacional en Maldonado, donde se votaron los precandidatos; en la presentación del programa nacional del FA en Florida; en los diferentes actos de unidad que se hicieron en distintas partes del interior; en la cantidad de veces que Fernando Pereira y Verónica Piñeiro [presidente y vicepresidenta] han estado en Maldonado hasta para inaugurar un comité. Esto también es parte del aprendizaje”, comentó.

Otra de las razones que Amoroso mencionó como movilizadora del electorado es que muchos intereses del departamento se reflejan en el programa único de la coalición de izquierdas a partir de instancias como El FA te escucha y Diálogo por Uruguay, y que eso da esperanza a los votantes. “Hay preocupaciones que tocan a todo el país pero que en Maldonado estamos sufriendo mucho, como la cuestión ambiental, la seguridad pública y la salud, que acá tuvo un retroceso muy grande sobre todo en la red de atención primaria”, sostuvo.

Unidad en la polarización

Algunos militantes y dirigentes entienden que, como estructura partidaria, como fuerza política, el FA de Maldonado sigue sin funcionar como esperaban. Que las agrupaciones tienen sus comités y sus comandos, que organizan sus actividades por separado, que prescinden de la Casa del Frente Amplio como centro de divulgación. Que se han lanzado a confrontar perfiles de los precandidatos presidenciales, sobre todo a partir de la polarización entre Carolina Cosse y Yamandú Orsi, acicateada desde Montevideo con sucesivas intervenciones de José Mujica y Lucía Topolansky a favor del exintendente canario. Pero Amoroso entiende que “eso acá no se da”.

Lo observa en las mesas instaladas en comités y ferias vecinales, donde se reparten listas de cualquiera de los tres precandidatos y en las barriadas conjuntas, donde todos “respetan al candidato del otro”. En su opinión, esa actitud es parte de las enseñanzas de haber perdido el gobierno departamental en 2015 y del trabajo “intenso” de este período para que no se quebrara la unidad. Por eso, “los planteos tienen que ver con el programa único; tal vez en el caso de Cosse hubo avances y propuestas más aterrizadas en acciones, pero todos están centrados en ese programa único. Cada candidato tiene su comando y organiza sus cosas, pero la unidad se palpa y eso nos ha ayudado a tener un FA renovado en Maldonado”, sentenció.

Por otra parte, los votantes del FA departamental tendrán a su disposición una oferta de 65 listas el próximo domingo. La presidenta consideró que “son muchas, teniendo en cuenta que no hay tanta diversidad ideológica o diferencias ideológicas”, pero ensayó una explicación: “Hay un FA nuevo, de gente que se acerca y se junta por afinidad; no son los militantes de toda la vida, quieren construir desde acá”, argumentó.

A su juicio, la “renovación” existe y parece materializarse en diferentes agrupaciones con líderes que piden pista también para sus proyectos personales. “Es entendible y en el FA hay espacio para todos”, dijo la presidenta, sin perder de vista que para alcanzar el caudal electoral que se propone la fuerza política en estas elecciones “hay que pescar afuera de la pecera”. “Hay gente nueva que viene de otros partidos. Está La Patriada, que ha hecho todo un trabajo para captar votos de afuera. Hay gente que votó al PN o al Partido Colorado que hoy está con sus listas”, comentó, para explicar la atomización.

La disyuntiva de las candidaturas locales

El FA departamental llega a las internas sin definir candidaturas a la Intendencia de Maldonado (IDM), mientras que el Partido Nacional (PN) tiene una decena de figuras que han “municipalizado” los temas de campaña en su puja por suceder a Enrique Antía en mayo de 2025. La postura de concentrar las energías en promover los ejes programáticos para recuperar el gobierno nacional fue la que primó en la Comisión de Estrategia, instalada en febrero pasado.

En ese ámbito, el Partido Comunista y el Movimiento de Participación Popular, entre otros sectores, advirtieron que la agenda política podía verse distorsionada por confrontaciones entre las figuras del FA y los candidatos blancos; en el otro extremo, sectores y agrupaciones alineadas con el exintendente Óscar de los Santos –hoy bajo el paraguas de Reencuentro Frenteamplista, lista 2031 – entendían que la designación de postulantes y sus propuestas podían oficiar como “un elemento movilizador” del electorado.

Para Amoroso, no definir candidaturas fue “la estrategia adecuada”. “Es muy importante que en este momento no haya una competencia entre nosotros. Si hubiéramos definido personas para una candidatura local, no seríamos este cuerpo único que está concentrado en pelear por un proyecto de país con nuestros tres precandidatos; estaríamos desviando energías a confrontar propuestas locales con el PN”, opinó. “Ellos trabajan para una elección de la IDM y los entiendo. Nosotros tomamos otro rumbo y no quiere decir que estábamos todos de acuerdo, pero entendimos que la prioridad, el objetivo más importante de esta elección, es definir quién encabezará el proyecto nacional”, enfatizó.

Según la presidenta, el FA definirá sus candidaturas a la IDM a “partir de las elecciones nacionales de octubre”, en un plenario departamental. “El papel de la convención departamental es cumplir con un requisito legal, pero las definiciones de la fuerza política se toman en los plenarios. Eso quiere decir que no son únicamente los votos de las internas, nosotros tenemos en cuenta un contexto y esa es la diferencia con respecto a otros partidos”, agregó.

Una presidenta independiente que ya no aspira a más cargos

La montevideana Silvana Amoroso se radicó en Maldonado en 1994, año en que comenzó su militancia en el Frente Amplio departamental. Tiene 66 años y se jubiló como médica de familia y comunidad, especialista en gestión de servicios de salud y en apoyo psicosocial. Dirigió el hospital de Maldonado en el primer gobierno de Tabaré Vázquez; durante el mandato de José Mujica fue referente de Programas Prioritarios en la Dirección Departamental de Salud; en el tercer gobierno fue subdirectora de la Red de Atención Primaria de ASSE.

Militó en el Movimiento de Participación Popular y luego en la CAP-L con Eleuterio Fernández Huidobro, hasta que se declaró independiente y actuó como delegada en el plenario nacional durante seis años. “Me mantengo independiente, creo que esa fue la fortaleza para ser elegida presidenta del FA. Encabecé la lista de la CAP-L y que haya optado por mantenerme independiente para el frenteamplista militante fue bien visto, en esto de la atomización y de los proyectos personales que son legítimos. Eso tiene que haber influido, además de la gestión en salud que me hizo estar presente en todo el territorio departamental”, evaluó.

Aunque es una mujer conocida por la militancia, no piensa capitalizarlo en futuras elecciones. “No tengo aspiraciones a cargos, no me vas a ver en ninguna lista. Tomé la decisión de ponerme al hombro trabajar por la unidad del FA en Maldonado y mejorar nuestros resultados. Ya pasé por distintas etapas, tanto dentro de la estructura como en la gestión, y creo que debe haber gente nueva, tiene que haber recambio”, dijo, consultada sobre una eventual candidatura a la diputación. “Me veo al pie del cañón, militando como siempre. El FA va a contar conmigo, pero no tengo una aspiración”, concluyó.