“Hemos visto unas vacaciones de julio bastante condicionadas por el clima: quienes eligen nuestro balneario juegan mucho con la meteorología. Además, estamos en una región muy futbolera, lo que también pudo conspirar contra la llegada de turistas”, dijo a la diaria el vicepresidente de la Corporación Gastronómica de Punta del Este.

A falta de cifras oficiales para el sector, el empresario se expidió basado en sus observaciones y en los testimonios de colegas, para quienes en esta oportunidad hubo menor cantidad de visitantes que en igual período de 2023. El escaso movimiento estuvo pautado, principalmente, por uruguayos, argentinos y brasileños, pero las vacaciones “pasaron sin pena ni gloria”, opinó.

Raña enfatizó que Punta del Este ofrece una amplia gama de opciones para todo tipo de visitantes, desde sectores más elitistas hasta opciones económicas accesibles. Sin embargo, aclaró que el invierno siempre ha sido una temporada baja para el balneario, y que las vacaciones de julio no suelen generar un gran impacto económico en comparación con otras épocas del año.

“La fortaleza nuestra está menguada en esta etapa del año. Si bien hay hoteles que tienen actividades para los más chicos o los centros comerciales, nuestra difusión en baja temporada es venir a pasear, estar tranquilo, caminar un poco, andar a caballo, sentarte atrás de una estufa, en fin. Los julios más o menos son lo mismo”, comentó.

De todos modos, en un esfuerzo por captar visitantes, el sector gastronómico local traslada los beneficios logrados en acuerdo con entidades bancarias y ofrece incentivos, con menús ejecutivos durante la baja temporada. “Punta del Este siempre es atractivo. Es lindo conocerlo y visitarlo en baja temporada, más allá de que las actividades están un poco menguadas por el clima. Vale la pena venir y apreciar la calma y los paisajes que ofrece el balneario”, instó.