El presidente de la República, Luis Lacalle Pou, llegó este miércoles 28 a Punta del Este para visitar las obras de construcción del hotel que construye el grupo Cipriani en San Rafael. Invitado por los socios inversores, el mandatario se mostró “impresionado” por la magnitud de la obra y elogió los avances.
“Mucha gente discutió sobre la viabilidad de la inversión; hoy hay que ver la cantidad de gente que está trabajando, la calidad de la obra y el avance que tiene”, declaró en una rueda de prensa.
También recordó “el proceso bastante largo”, que comenzó con la compra del terreno en el gobierno pasado y que se tramitó, en la presente administración, en plena pandemia.
Planes con el BID: inversión en ciencia, pero no más obras
El presidente dedicó diez minutos a hablar con los medios sobre otros temas. En principio, evaluó la reunión que mantuvo más temprano con el presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Ilan Goldfjan, y remarcó que no piensa comprometerse en la realización de nuevas obras.
“Me quedan 180 días de gobierno, faltan 61 días para las elecciones nacionales. Embarcarme en obras nuevas cuando habrá otro gobierno no me parece muy lógico”, dijo. En cambio, enfatizó la importancia de invertir en innovación y tecnología: “El BID viene ayudando en eso, y me atrevo a decir que es un camino que Uruguay no frenará porque genera trabajo y muchas divisas de exportación”.
Venezuela y críticas a Orsi
Consultado sobre la ironía del candidato presidencial del Frente Amplio, Yamandú Orsi, respecto de la postura del gobierno uruguayo frente a la situación en Venezuela, opinó que las críticas le demuestran que “está del lado correcto”.
“En algo estoy de acuerdo. Alguien tiembla seguro, los que tiemblan son los que tienen que tener determinada posición con el gobierno de Venezuela porque le deben muchas cosas”, sentenció.
Lacalle Pou: “No me gusta que me griten, pero que griten lo que quieran”
Respecto de los insultos que recibió este miércoles durante un evento en la Facultad de Medicina, Lacalle Pou dijo que “no tiene idea” de los motivos ni de quiénes eran las personas que lo esperaban con carteles en el portón de la institución.
No obstante, reivindicó el derecho a la libre expresión. “No me gusta que me griten ni estoy de acuerdo con lo que gritan, pero si algo demostró este gobierno es que nadie será perseguido ni anotado o cancelado” por sus opiniones.
“Si uno cree en democracia, la cree de aquel lado y la cree de este. Pueden gritar todo lo que quieran”, concluyó.