Con la mira puesta en ofrecer los mejores servicios costeros durante la temporada estival, la Intendencia de Maldonado procesa las licitaciones abreviadas para la explotación comercial de 17 paradores y, por otra parte, analiza las ofertas recibidas para siete de los diez paradores costeros de Punta del Este y La Barra que serán adjudicados a largo plazo, según autorizó la Junta Departamental por unanimidad.
Este lunes 1º se acordó con la Comisión Asesora de Adjudicaciones que los llamados que tuvieron un único oferente en las licitaciones abreviadas se adjudiquen “lo más rápido posible”, dijo a la diaria el coordinador del Departamento de Gestión Ambiental, Carlos Medina. La idea es que las notificaciones lleguen a los adjudicatarios en diez días para que “comiencen a armar el parador o realizar las reformas pertinentes”, apuntó.
En los restantes se seguirán los procedimientos habituales. La definición sobre los paradores que presentan más de un oferente “llevará más tiempo, porque hay que hacer un análisis minucioso de las propuestas y hacer una evaluación objetiva”, debido a que no se quiere llegar a “ningún tipo de inconveniente, impugnaciones o reclamos”, dijo Medina.
Grandes obras y próximos llamados
Para el caso de los paradores que se adjudicarán por un plazo que supera el actual período de gobierno departamental, el objetivo del intendente Miguel Abella es que tengan una gran inversión en mejorar infraestructura y servicios. En algunos, también se prevé habilitar actividades nocturnas como restaurantes y eventos empresariales para apuntar a tener una gastronomía abierta durante todo el año.
La documentación legal será analizada por el Tribunal de Cuentas de la República (TCR) y luego regresará a la IDM para “determinar el acto administrativo con resolución del intendente”. En algunos casos, la adjudicación se otorga por cinco años, durante los cuales el adjudicatario “tiene la obligación de cumplir con el 80% de las obras presentadas en el proyecto”. En caso de que las obras “estén acordes a lo planteado, la intendencia le renovará por cinco años más”.
Añadió que cuando se resuelvan las primeras siete adjudicaciones del paquete, se hará el llamado para licitar el parador de playa Honda en la isla Gorriti (que vencerá en 2027), además del de Manantiales y el de la parada 1 de la playa Brava de Punta del Este (que vencen en 2026).
El de parada 1 y el de Gorriti presentan “problemas edilicios” debido a la antigüedad de su estructura, por lo que la IDM planea “revitalizar el entorno costero” y cambiar esas estructuras, en diálogo con el Ministerio de Ambiente, para que sean “más amigables” que las actuales. Entretanto, el entrevistado señaló que ambos “deben funcionar desde los primeros días de diciembre porque están con licitación vigente”.
Quiénes aspiran a explotar paradores
Los paradores que presentaron una única oferta se ubican en Montoya, en las paradas 10 y 30 de la playa Brava y en la parada 31 de la playa Mansa. Según detalló el diario Correo de Punta del Este, en el primer caso Cristaldeck S. A. -actual concesionaria y propietaria del boliche Moby Dick- ofertó un canon anual de 1.560.000 pesos, mientras que la oferta para la parada 31 de playa Mansa fue presentada por José María Zubillaga y Pablo Puñales, con un canon anual de 1.500.000 de pesos y obras por 31.200.000 pesos.
En la parada 10 de playa Brava se postuló Nambi S. A., propietaria del hotel The Grand ubicado frente al parador, con un canon anual de 1.500.000 pesos; en la parada 30 de playa Brava la sociedad conformada por José María Zubillaga y Germán Iriarte Feola ofertó un canon anual de 1.501.000 pesos.
En el caso de la Parada 19 de la playa Mansa hubo dos oferentes: el parador Serena SAS del empresario Álvaro Bonanata (canon anual de 1.550.000 pesos y compromiso de obra por 40.000.000 pesos) y Melbipark S. A. del empresario Sebastián Raña, propietario de los restaurantes Virazón y Atrevida (canon anual de 1.600.000 y para obras 13.500.000 pesos).
Para el parador ubicado en la parada 3 de playa Mansa, conocido como Ovo Beach y operado actualmente por el hotel Enjoy, los oferentes fueron Baluma S. A. (canon anual de 8.000.000 pesos y para reformas 250.000 dólares) y Videst S.A (1.400.000 pesos y 250.000 en obras). Sin embargo, el empresario Ricardo Monza, representante de Videst S. A., presentó una objeción formal al afirmar que Baluma S. A. no depositó la póliza de seguro de fianza con 24 horas de anticipación, previsto en el pliego de condiciones.
Medina señaló a la diaria que la documentación legal y las ofertas serán evaluadas por la Comisión Asesora de Adjudicaciones y luego se trasladará al Departamento de Gestión Ambiental para realizar un informe técnico. Por lo tanto, dijo que “oficialmente” no tiene el expediente para “saber fehacientemente en qué incumplió”, pero afirmó que la comisión “está analizando y evaluando cuáles son las vías administrativas a seguir”.
Por último, el viernes se abrieron los sobres para la licitación del parador Laguna Escondida, en la costa de José Ignacio, cuya adjudicación será de cinco años prorrogables por cinco más. Ufmol Sociedad Anónima ofertó un canon anual de 3.200.000 pesos y una inversión en infraestructura de 12.000.000 pesos, mientras que Madebar Sociedad Anónima (propietaria de Bodega Oceánica José Ignacio) ofreció un canon anual de 1.600.000 pesos y una inversión en infraestructura de 34.000.000.