Imágenes de los uruguayos detenidos desaparecidos durante la dictadura cívico-militar uruguaya, con énfasis en los casos del departamento de Maldonado, fueron desplegadas en los pasillos del liceo de Pan de Azúcar en el marco de la Marcha del Silencio de este 20 de mayo. La exposición, realizada por los estudiantes, siguió una propuesta de la Dirección General de Educación Secundaria (DGES) para tratar el tema con más libertad en los centros educativos.

“En nuestros liceos y escuelas, donde conviven adolescencias en plena construcción de identidad, valores y pensamiento crítico, tenemos una oportunidad profunda: hacer de la memoria un ejercicio vivo, colectivo, sensible. La educación tiene un rol esencial en construir la memoria entre generaciones”, dice el comunicado oficial que la DGES divulgó en su sitio web.

“Nuestro deber es garantizar el cumplimiento del derecho a aprender, que es una forma de resistir el olvido. Invitamos a que en cada centro educativo se realicen actividades que convoquen a reflexionar, como muestras artísticas, proyectos de investigación, lecturas colectivas, debates, encuentros con testigos o familiares. Desde la DGES convocamos a reflexionar sobre Historia, Derechos Humanos y Memoria”, señala el documento.

El liceo de Pan de Azúcar no fue el único que adoptó la propuesta. También hubo intervenciones en la UTU de Cerro Pelado (Maldonado) y en otros centros educativos de Secundaria del departamento. Sin embargo, durante la sesión de este martes en la Junta Departamental de Maldonado, el edil nacionalista Darwin Correa repudió estos hechos y expuso el caso pandeazuquense con videos de la intervención estudiantil.

Un “adoctrinamiento político, sectorial, partidario”

“Podemos estar de acuerdo o no con la Marcha del Silencio, pero en política y en democracia no vale todo”, comenzó el edil, para afirmar que “la simbología” instalada en el citado liceo “viola absolutamente la laicidad”. “En los liceos públicos de mi país, ni política ni religión”, agregó.

Mientras el plenario observaba en pantalla grande las imágenes de la muestra liceal, aclaró que las imágenes le llegaron de “padres preocupados porque gurises de 14 o 15 años llegan a estudiar y dicen ‘¿qué es esto?’. ¡Carteles y pancartas dentro de la institución!”, describió.

Luego consideró que la propuesta “es un disparate” y cargó la responsabilidad en los directores y los adscriptos del liceo, “más allá del comunicado o circular” de la DGES. “Uno estudia en Secundaria para formarse, y la formación pública tiene que ser desde el lado de la libertad. Pero esto es adoctrinamiento, y el adoctrinamiento es de otros países y de otras culturas poco democráticas”, sentenció Correa.

Acotó que, “como blanco y nacionalista defensor de las libertades individuales”, lo que sucedió en el liceo de Pan de Azúcar fue “un atropello” y “una falta de respeto a los estudiantes que llegaron a estudiar Matemática, Historia y Geografía y se encontraron con este adoctrinamiento político, sectorial, partidario”.

“Es una papa ponerse la remerita”

En otro tramo de su discurso, matizado por comentarios de sus compañeros de bancada, que preguntaban si Pascasio Báez estaba en las imágenes, Correa apuntó al presidente Yamandú Orsi. “Estoy seguro de que, como profesor de Secundaria, Orsi no está de acuerdo con esto. No creo que haya enseñado militancia mientras fue profesor, porque lo hago buena gente”, dijo, y reclamó que el gobierno revise la decisión de Secundaria.

Para finalizar, simuló responderle al resto de los ediles blancos. “Una por una repasé las fotos y no vi por ningún lado a Pascasio Báez. En Pan de Azúcar, ¿no? ¿Saben por qué no fue desaparecido Pascasio Báez? Porque a él lo desaparecieron por recorrer el campo en el que trabajaba, una estancia a pocos metros del centro de estudio que hoy homenajea equivocadamente lo que no tiene que homenajear”, comentó, en alusión al peón cuyo cuerpo fue encontrado en junio de 1972, tras ser asesinado por militantes del Movimiento de Liberación Nacional-Tupamaros que luego fueron procesados por la Justicia militar.

“Es una papa ponerse una remerita, lo que es difícil es respetar las instituciones”, concluyó Correa, ante una bancada frenteamplista que, por reglamento de la Junta, tenía prohibido contestarle. Sin embargo, más adelante, aprovechando los cinco minutos correspondientes a su partido, la edila Ana Antúnez intercaló una breve respuesta y pidió disculpas por los dichos de Correa a los familiares de los uruguayos detenidos desaparecidos.

“Es muy doloroso que en esta casa de la democracia se hayan escuchado tantas barbaridades juntas”, dijo la edila, que además es funcionaria de UTU. Explicó que las intervenciones en este y otros centros educativos se enmarcan en el Plan Nacional de Educación en Derechos Humanos. “Esto comprende a todos los ámbitos y niveles educativos e incluye temas referidos a las graves violaciones de las dictaduras del Cono Sur. Memoria y Derechos Humanos están garantizados en el principio de laicidad del artículo 17 de la Ley 18.437”, añadió.

Por último, antes de compartir en el plenario la proclama que un rato antes había resonado en el silencio de la plaza San Fernando, parafraseó: “Si no les interesa qué hicieron con un desaparecido, no es que tengamos diferencias políticas. Lo que tenemos son diferencias éticas y morales”.