La Federación Nacional de Profesores de Educación Secundaria (Fenapes) salió al cruce de la denuncia planteada desde la Junta Departamental de Maldonado por el edil nacionalista Darwin Correa, referida a una muestra instalada en el liceo de Pan de Azúcar por la Marcha del Silencio. “Fue lamentable, porque ya sea por ignorancia o ex profeso, entreveró un montón de situaciones y confundió elementos claves en la educación uruguaya”, dijo a la diaria el secretario de comunicación y propaganda gremial, Andrés Bentancor.
El comunicado que emitió la Dirección General de Educación Secundaria (DGES) para invitar a toda la comunidad a hacer intervenciones por el 20 de mayo tuvo eco en “más de 100 centros educativos de todo el país”, según relevó Fenapes. “Esa medida que tomó Secundaria fue una de las más responsables, que confirman la necesidad de que uruguayos y uruguayas conversemos sobre estos temas y entendamos lo que piden los familiares de los detenidos desaparecidos [Famidesa]”, opinó Bentancor.
A su juicio, el caso de Pan de Azúcar –donde estudiantes y docentes de la institución colgaron 197 imágenes de los detenidos desaparecidos, la consigna de la Marcha del Silencio de este año y carteles con la margarita que identifica a Famidesa– “generó un revuelo departamental y nacional” a partir de declaraciones de “un edil que confundió el término laicidad y lo vinculó al término neutralidad”, comenzó explicando.
“Entreveró la piola” al decir que en los centros educativos no se puede hablar de política. “De política se puede hablar y se habla, lo que no se puede hacer es proselitismo político ni religioso. En este liceo y en todos los otros que respondieron a la invitación de la DGES, se estaba hablando de derechos humanos y se sigue defendiendo los derechos humanos, empezando por el derecho a la vida, consagrado por el artículo 7 de la Constitución de la República”, enfatizó Bentancor.
Recordó que, además, la Institución Nacional de Derechos Humanos y Defensoría del Pueblo (INDDHH) ha firmado convenios con la Corte Interamericana de Derechos Humanos, que “Uruguay no ha logrado cumplir en su totalidad”, y que el país tiene sanciones de la Unesco “por no esclarecer esta situación”. Para el dirigente, hay que “ser claro y enfático: durante el proceso de dictadura el Estado uruguayo hizo que se detuviera y desapareciera a compatriotas, y ese Estado no ha dado respuesta por eso. Esto es sumamente grave y debería ser causa nacional”.
Caricaturización de la política
Por otra parte, Bentancor también entiende que Correa actuó “ex profeso” al introducir el caso de Pascasio Báez en su discurso y preguntar por qué en la intervención liceal no había fotos del peón rural asesinado en un campo cercano a Pan de Azúcar en 1971 por militantes del Movimiento de Liberación Nacional-Tupamaros.
“Uno no quiere creer que el edil es ignorante. En Pan de Azúcar todo el mundo sabe la situación espantosa que le tocó vivir a Báez y sobre su muerte con una inyección de pentotal. Pero Correa entrevera, porque no fue en dictadura y no fue el Estado el que cometió este acto criminal”, dijo.
“La familia, dentro de toda la tristeza que esto implica, sabe dónde están los restos de Báez y sabe quién lo mató. Las familias de los desaparecidos no saben dónde están, no pueden tener la tranquilidad de saber al menos qué les pasó, de encontrar sus restos para despedirlos. Ese fue un elemento totalmente fuera de lugar”, agregó.
Bentancor interpreta que la política “se ha caricaturizado tanto”, que hay quienes necesitan “hacer un sketch todo el tiempo, salir a hacer un espectáculo para los medios, en lugar de hablar en profundidad y seriedad sobre un tema trascendente para todo el país y que es una herida que sigue abierta desde hace décadas”. “Por todos esos familiares, lo de Correa me parece lamentable, fuera de lugar e improcedente”, remató.
Darwin Correa en la Junta departamental. (archivo, noviembre de 2021)
Foto: Virginia Martínez Díaz
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