La encargada de negocios de Estados Unidos en El Salvador y exembajadora estadounidense en el país centroamericano, Jean Manes, confirmó el lunes que regresará a su país debido a la “falta de interés” del gobierno que encabeza Nayib Bukele en la relación diplomática.
Entrevistada por el programa Frente a frente de Telecorporación Salvadoreña, Manes sostuvo que “el gobierno de El Salvador no está dando ninguna señal de tener interés en nuestra relación”. “¿Se puede pensar que alguien tiene interés cuando está enviando señales de ataque?”, se preguntó, y añadió que “de nuestra parte seguimos tratando de hacer todo para mejorar la relación”.
Manes, que se desempeñó como embajadora en El Salvador entre 2015 y 2019, explicó que regresó al país para funcionar como puente con el gobierno de Joe Biden, pero desde la administración de Nayib Bukele no ha habido interés en fortalecer las relaciones bilaterales.
Según la diplomática, los gobiernos deberían “tener la mejor relación en la región” debido a la gran cantidad de salvadoreños que viven en Estados Unidos, algo más de tres millones, cuando la población total del país sudamericano no llega a seis millones y medio de habitantes.
A raíz de la situación diplomática, Manes dijo que dejará el país en breve. “Voy a salir de El Salvador justamente esta semana, porque tengo que regresar a mi cargo al Comando Sur”, el organismo militar que coordina las tareas de despliegue y coordinación militar con los países del Caribe, América Central y del Sur, explicó.
La relación entre Estados Unidos y El Salvador incrementó su tensión en los últimos meses. Uno de los hechos que aumentó los roces entre los gobiernos fue la decisión de la administración de Bukele, que se negó a extraditar a Armando Eliú Melgar Díaz, alias Blue, jefe de la pandilla Mara Salvatrucha en California y Washington, pese a que los países tienen un tratado de extradición, según explicó La Prensa Gráfica.
Esta medida del gobierno se produjo luego de que una investigación del medio digital El Faro revelara, a mediados del año pasado, que la administración Bukele negoció directamente con los jefes de la Mara Salvatrucha para que redujeran sus acciones delictivas, en particular los asesinatos, a cambio de mejores condiciones de reclusión. Aunque Bukele calificó el informe de “farsa”, el medio incluyó registros de las visitas, fotos y documentos oficiales redactados por funcionarios del gobierno que apuntan a que efectivamente existió un pacto con los líderes de esta organización delictiva.
Otro hecho que avivó las tensiones entre Washington y San Salvador en las últimas semanas fue el desafuero de dos legisladores del sector político de Bukele, Nuevas Ideas, quienes fueron acusados de conspirar contra el gobierno. Ahora los dos congresistas, José Ilofio García y Gerardo Balmore Aguilar, deberán afrontar una investigación penal a cargo de la Fiscalía General por el presunto delito de cohecho impropio.
A fines de octubre, el partido de Bukele publicó en la plataforma Soundcloud un audio en el que se escucha a los dos diputados del sector hablando con un representante de la organización Salvadoreños en el Exterior, quien se ofrece a negociar un supuesto pago con la Embajada de Estados Unidos en El Salvador a cambio de que estos logren fragmentar la bancada parlamentaria del partido. La embajada estadounidense en el país centroamericano negó enfáticamente las acusaciones de estar conspirando contra el gobierno de Bukele.