El último galardón de la semana de los premios Nobel es el que reconoce los trabajos por la paz. Este viernes, el Comité Nobel noruego brindó el premio tres veces: se reconoció el trabajo del director de la ONG bielorrusa Viasná, Ales Bialiatski, de la fundación rusa Memorial y del Centro para las Libertades Civiles de Ucrania. Las tres menciones son obras que se centran en la protección de los derechos humanos.

La presidenta del Comité Nobel, la abogada noruega Berit Reiss-Andersen, explicó que se otorga esta distinción por los “esfuerzos notables” en la defensa de “los valores humanos y del Estado de derecho”, así como su destacado trabajo en la documentación de crímenes de guerra, “abusos de los derechos humanos y abuso de poder” en sus respectivos países.

“Durante muchos años han promovido el derecho a criticar el poder y proteger los derechos fundamentales de los ciudadanos”, destacó, y agregó: “Los galardonados ejemplifican la importancia de la sociedad civil para conseguir la democracia y la paz”.

A siete meses de que comenzara la invasión rusa a Ucrania, llega el premio para el Centro para las Libertades Civiles, que, según el comité, “se ha comprometido en esfuerzos para identificar y documentar los crímenes de guerra rusos contra la población civil ucraniana”, y agrega: “En colaboración con socios internacionales, el centro está desempeñando un papel pionero con miras a hacer que los culpables rindan cuentas por sus crímenes”.

Otro de los galardonados también supone un golpe para el gobierno de Vladimir Putin. La fundación Memorial es una iniciativa ciudadana que surgió en los últimos años de vigencia de la antigua URSS en busca de echar luz sobre los crímenes de guerra cometidos principalmente por la KGB, la policía secreta del gobierno, pero fue más allá y siguió investigando en tiempos recientes, llegando a los crímenes ocurridos en Chechenia.

Actualmente la organización está cerrada y sus miembros dispersos por distintas partes del mundo. La Justicia de Rusia determinó el cierre de la fundación en diciembre de 2021. El Tribunal Supremo se basó para tomar esta decisión en una polémica interpretación de la ley de agentes extranjeros, según señalaron en su momento varios medios internacionales. Después de esa medida, el Kremlin bloqueó todas las cuentas y las sedes de la organización están en proceso de ser enajenadas por el Estado.

Reiss-Andersen dijo que el premio “no va dirigido contra Vladimir Putin, ni por su cumpleaños ni en ningún otro sentido, excepto por el hecho de que su gobierno, como el gobierno de Bielorrusia, representa un gobierno autoritario que reprime a los activistas por los derechos humanos”.

El premio que fue otorgado a una persona fue para el activista bielorruso Ales Bialiatski, el fundador de Viasna (Primavera), una organización que se dedica a documentar y protestar por el uso de la tortura por parte de las autoridades del país contra presos políticos. El comité destacó que Bialiatski “dedicó su vida a promover la democracia y el desarrollo pacífico en su país de origen”.

“Las autoridades gubernamentales han intentado en repetidas ocasiones silenciar a Ales Bialiatski. Desde 2020, sigue detenido sin juicio. A pesar de las tremendas dificultades personales, el Sr. Bialiatski no ha cedido ni un ápice en su lucha por los derechos humanos y la democracia en Bielorrusia”, se indicó en la cuenta de Twitter del premio Nobel.

El de la Paz es el quinto de los premios anunciados esta semana, después de los de Medicina, Física, Química y Literatura, y antes del de Economía, que se entregará el lunes.