Los permanentes bombardeos y el frío, cada vez más intenso, están comenzando a jugar un rol cada vez importante en esta fase de la guerra en Ucrania.

Desde hace muchas semanas y tras haber perdido partes del territorio que había conquistado en la primera fase de su invasión, Rusia está concentrada en atacar las infraestructuras básicas ucranianas, sobre todo las eléctricas, haciendo que el invierno pase a ser un aliado en este conflicto que ya lleva algo más de nueve meses.

Este domingo, autoridades ucranianas informaron que luego de varios días lograron estabilizar el sistema energético, después de que los ataques rusos dejaran gran parte del país sin suministro. 

Esto fue anunciado por el primer ministro, Denys Shmyhal, que acusó al gobierno de Vladimir Putin de usar esta estrategia por ser “incapaz” de vencer sobre el terreno. “Incapaces de ganar en el campo de batalla, los terroristas rusos están tratando de destruir el sistema energético ucraniano para poner fin a nuestra resistencia”, escribió Shmyhal en su cuenta de Facebook, según consignó Radio Televisión Española. El alto funcionario agregó que más de mil técnicos trabajan todos los días para arreglar los severos daños en la red eléctrica, pero dijo también que aún existe un déficit de producción de alrededor de 20%.

La situación mejoró en la capital Kiev, donde las autoridades informaron que la mayor parte de los usuarios ya cuenta nuevamente con el servicio. En Jersón, mientras tanto, también se restableció la energía en los puntos clave de la ciudad, a la espera de poder extenderlo a los consumidores domésticos para paliar la difícil situación humanitaria que se vive en la zona, que sigue siendo blanco de bombardeos rusos.

En este duro contexto, las autoridades ucranianas están instando a los residentes de la ciudad a dirigirse hacia otras regiones más seguras hasta que sea posible restablecer al menos las infraestructuras principales. El gobierno central que preside Volodímir Zelenski está ofreciendo a la población de esta ciudad del sur ucraniano la posibilidad de desplazarse en ómnibus a las regiones de Odesa o Mykolaiv para ser alojados en refugios temporales.

La cuestión humanitaria también fue abordada en las últimas horas por el secretario general de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), el noruego Jens Stoltenberg, que aseguró que el gobierno de Putin intenta utilizar las condiciones climáticas extremas como arma en el marco de la reciente ola de ataques rusos que en los últimos días llegó incluso a provocar un apagón masivo en la vecina Moldavia.

“El aumento de los precios de los alimentos y la energía significa tiempos difíciles para muchos hogares en Europa. Pero debemos recordar que el pueblo de Ucrania paga con su sangre todos los días”, expresó Stoltenberg en una entrevista con el diario alemán Die Welt, agregando que Moscú “no logrará tener éxito”. El diplomático nórdico volvió a recordar “lo peligroso que resulta para la población depender de Rusia para el gas. Ahora tenemos que evaluar nuestra dependencia de los regímenes autoritarios, sobre todo de China”.

Estas declaraciones se producen antes de que los ministros de Exteriores de la OTAN se reúnan el martes y miércoles en Bucarest, la capital rumana, para abordar la guerra de Ucrania, el apoyo de la alianza militar a Kiev, así como el papel de China en el marco de los desafíos futuros, informó Europa Press.

En el encuentro está previsto que los cancilleres de la OTAN se encuentren con su homólogo ucraniano, Dmitro Kuleba, para negociar más ayuda militar dentro del paquete de asistencia integral a Kiev que incluye combustible, suministro médico, equipo especializado de invierno y bloqueadores de drones.