El estratega político Steve Bannon, que fue asesor del expresidente estadounidense Donald Trump y es una de las figuras de la ultraderecha global, animó a los militantes bolsonaristas que protestan contra el resultado de las elecciones de octubre a seguir en las calles.

Bannon dijo que los “patriotas” brasileños “tienen una gran lucha por delante” y afirmó que “cuando ‘ellos’ empiezan a digitalizar las elecciones” es para “robarlas, porque saben que no tienen apoyo del pueblo”.

El video en el que Bannon hace esas declaraciones fue difundido, este miércoles, en las redes sociales del diputado Eduardo Bolsonaro, hijo del presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, después de que el oficialismo impugnara parte de los resultados de la segunda vuelta electoral del 30 de octubre, contienda ganada por Luiz Inácio Lula da Silva. Según el Partido Liberal, por el cual el presidente se postuló a la reelección, existieron errores en más de 270.000 urnas electrónicas.

Bannon elogió que quienes cuestionan la victoria de Lula “se pusieron en riesgo y fueron a la calle” a decir que “no se siguió la Constitución usando esas urnas”, en referencia a las urnas electrónicas, que se utilizan desde 1996 en el país. “No toleraremos eso”, dijo Bannon, y agregó que “será bien interesante ver el resultado de todo esto”.

Según informó, este miércoles, Folha de São Paulo, días antes de que el Partido Liberal presentara su denuncia, un ministro del Supremo Tribunal Federal le dijo al presidente de esa organización política, Valdemar Costa Neto, que impugnar el resultado de las elecciones era una acción que no tenía posibilidades de prosperar. En respuesta, Costa Neto le dijo que ya lo sabía, pero que seguiría adelante de todos modos porque si no lo hacía, habría una rebelión en el partido. También diputados bolsonaristas reconocieron que la acción no va a cambiar el resultado electoral, pero señalaron que servirá para alentar a los manifestantes, informó el periódico paulista.

De acuerdo con Folha, la derrota judicial será presentada como una prueba de la supuesta mala voluntad del Tribunal Supremo Electoral hacia Bolsonaro.

En los últimos días las protestas contra el resultado de la elección crecieron en agresividad, y las técnicas utilizadas por los manifestantes son evaluadas como posibles delitos de terrorismo por la Policía, según informó el medio digital Brasil 247. Uno de estos casos es el ataque a una instalación de los servicios de agua potable.

En particular, las protestas con bloqueos de carreteras se intensificaron en estados como Mato Grosso, Santa Catarina y Rondônia, donde el apoyo a Bolsonaro es alto.

Los manifestantes utilizan armas, bombas molotov y otros métodos que, de acuerdo con la Policía Caminera Federal, “recuerdan los de terroristas”. Incluyen “petardos, bombas caseras hechas con botellas con nafta, aceite derramado intencionalmente en la pista, ‘miguelitos’ [clavos usados para perforar neumáticos], piedras, además de barricadas con neumáticos quemados, latas de basura y troncos de árboles”. Según Folha, “la escalada de violencia incluye acciones lideradas por hombres encapuchados y armados, uso de bombas caseras, saqueos y depredación de camiones”.

Este miércoles, en declaraciones públicas, el actual vicepresidente de Brasil y senador electo por el estado de Rio Grande do Sul, Hamilton Mourão, dijo que cree que la acción judicial contra los resultados de las urnas “no va a prosperar”, aunque “hay una parte de nuestra sociedad que considera que el proceso [electoral] tiene problemas”.

También se refirió a los actos de protesta contra la victoria de Lula, que en algunos casos piden una intervención de las Fuerzas Armadas, y criticó que se los califique de golpistas. “Las manifestaciones no son golpistas. Eso es algo que ustedes, los de la prensa, están instalando”, dijo. “Es una manifestación de gente que no se conformó con el proceso, que considera que el proceso no fue cristalino. [...] Están en un proceso de, digamos, catarsis colectiva, en el sentido de aceptar algo que ellos consideran que no fue correcto”.

Por otra parte, la impugnación presentada por el Partido Liberal causó efectos, el miércoles, en la bolsa de valores de San Pablo. El índice Ibovespa terminó la jornada en caída pese a que había empezado en alza, y el dólar se apreció 1,24% respecto del real.