Luego de que el presidente ruso, Vladimir Putin, reconociera oficialmente a Donetsk y Lugansk, las dos repúblicas que se proclamaron independientes de Ucrania durante los conflictos bélicos de 2014, se desató una serie de sucesos que complejizan la tensa situación que se vive en el este de Europa. Para comenzar, la Unión Europea (UE) analiza este martes la aplicación de un paquete de sanciones económicas que afectan principalmente a los bancos rusos que apoyan a los separatistas ucranianos.

Según establecieron en un comunicado conjunto los presidentes de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y del Consejo Europeo, Charles Michel, las sanciones planteadas afectarán a “los bancos que están financiando las operaciones militares y de otro tipo” en esos territorios y también involucran a nivel general “al comercio de las dos regiones separatistas hacia y desde la UE, para garantizar que los responsables sientan claramente las consecuencias económicas de sus acciones ilegales y agresivas”, consignó AFP.

Además, irán contra “la capacidad del Estado y el gobierno rusos de acceder a los mercados y los servicios financieros y de capitales de la UE, para limitar la financiación de las políticas de escalada y agresivas”.

Este martes por la tarde en París se reunirán los ministros de Relaciones Exteriores de los 27 países de la UE para abordar este tema y “se presentará formalmente” el primer paquete de sanciones. Von der Leyen y Michel agregaron en el comunicado que también se reunirán “los organismos apropiados” para “finalizar el paquete sin demora”, y una vez que esté todo afinado habrá una reunión formal de la UE en la que se firmará el acuerdo de sanciones.

Según agregaron los políticos, la UE “está lista para adoptar medidas adicionales en un momento posterior, si es necesario a la luz de nuevos acontecimientos”, ya que la decisión de Rusia de reconocer como independientes esas regiones “es ilegal e inaceptable”: “Viola el derecho internacional, la integridad territorial y la soberanía de Ucrania, los propios compromisos internacionales de Rusia, e intensifica más la crisis”, subrayaron.

Las primeras sanciones desde Alemania y Reino Unido

El canciller alemán, Olaf Scholz, anunció este martes que se detendrá el proyecto del gasoducto Nord Stream 2, que está diseñado para enviar gas ruso a Alemania directamente por el mar Báltico, sin pasar por otros países que le cobraban impuestos a Rusia. Desde setiembre de 2021 el gasoducto está terminado, pero sigue sin tener la certificación final que se necesita por parte de Alemania y la UE.

Estados Unidos ha estado muy pendiente de la certificación y ha insistido en que no se le debería otorgar a Rusia porque implicaría aumentar la dependencia europea de ese país y porque afectaría directamente las ventas de gas que tiene Estados Unidos con el viejo continente.

Por otra parte, el primer ministro de Reino Unido, Boris Johnson, también anunció sanciones específicas contra cinco bancos rusos: Rossiya, IS Bank, General Bank, Promsvyazbank y Black Sea Bank.

Además, Johnson anunció sanciones contra tres rusos con fuertes capitales en su país: Gennady Timchenko, Boris Rotenberg e Igor Rotenberg, considerados cercanos al régimen ruso. “Cualquier activo que tengan en Reino Unido será congelado. Los individuos implicados serán vetados para entrar aquí y prohibiremos que cualquier individuo británico y sus entidades tengan cualquier negocio con ellos”, dijo el primer ministro, según consigna Efe. “Este es el primer tramo, el primer bombardeo de lo que estamos preparados para hacer, y tenemos más sanciones listas para ser implementadas”, agregó.

Rusia dice que no planea desplegar tropas

Según afirmó este martes el subsecretario de Relaciones Exteriores ruso, Andréi Rudenko, no habrá movimiento de tropas rusas en Donetsk y Lugansk, pese a haber firmado un tratado sobre asistencia mutua. “No especulemos. Por el momento, no pensamos desplegar nada en ningún lugar”, dijo el jerarca, según consignó Efe.

De todas formas, agregó que Rusia podría mover sus más de 100.000 soldados que están apostados en la frontera con Ucrania, ya que se reafirmaron los documentos de colaboración en el Parlamento. “Si hay amenaza, entonces, por supuesto, prestaremos asistencia de acuerdo con el tratado que ha sido ratificado”, puntualizó.

Los textos de los acuerdos bilaterales entre Rusia con Lugansk y Donetsk implican que para la protección de las fronteras conjuntas se pueden utilizar bases militares e infraestructura militar de los tres países firmantes. De hecho, uno de los artículos establece expresamente que para asegurar la paz y la estabilidad se les otorga a las partes el derecho de construir, utilizar y mejorar su infraestructura militar y las bases militares en su territorio.