Gabriel Boric dio su primera conferencia de prensa como presidente de Chile y defendió ante corresponsales de medios extranjeros una integración latinoamericana que no se limite a afinidades ideológicas de los gobiernos. “Es necesario e importante que América Latina vuelva a tener una voz en el mundo, que durante mucho tiempo la hemos ido perdiendo”, afirmó. “Eso no depende, por supuesto, de una sola persona. Nosotros vamos a aportar humildemente en esa dirección en la región”, señaló.

Según citaron las agencias Efe y AFP, Boric dijo que “hay que dejar de crear organizaciones en función de las afinidades ideológicas de los mandatarios de turno”. Consideró que “en ese sentido Prosur, Unasur o el Grupo de Lima y la serie de siglas que ustedes conocen, donde muchas veces se agrupan según las afinidades, [...] han mostrado que no sirven para unirnos ni para avanzar en la integración”.

Para Boric, esa integración regional es “esencial” para resolver problemas comunes, entre los cuales mencionó la situación de Venezuela y la migración de más de seis millones de ciudadanos de ese país hacia otros de la región. El nuevo presidente chileno propuso aplicar un “sistema de cuotas” similar al que implementó la Unión Europea para recibir migrantes. “Creo que es algo donde todos podríamos ganar, tanto los países, profundizando nuestra cooperación, como también muchos migrantes que lo hacen en una situación de mucha desesperación”, dijo, según citó Efe. El flujo migratorio llevó al anterior gobierno chileno, encabezado por Sebastián Piñera, a militarizar la frontera con Bolivia debido al ingreso diario de cientos de migrantes, en su mayoría venezolanos. El nuevo gobierno tiene como uno de sus objetivos desmilitarizarla.

El nuevo presidente anunció también que su primer viaje oficial al exterior será a Argentina, y mencionó el vínculo con Bolivia, país cuyas relaciones diplomáticas con Chile están limitadas desde 1978 debido al fracaso de los intentos de negociar una respuesta al reclamo boliviano de una salida al mar, perdida durante la Guerra del Pacífico. “Tenemos muchos elementos de integración en los que podemos trabajar. La reanudación de relaciones diplomáticas es un punto de llegada. Me encantaría avanzar hacia allá, sólo depende de que haya voluntad de ambas partes”, manifestó.

En respuesta, el gobierno del presidente boliviano, Luis Arce, valoró la apertura de Boric a trabajar juntos, aunque recalcó que para su país es “irrenunciable” el reclamo de una salida al mar. “Está plasmada en nuestra Constitución Política del Estado como una máxima aspiración”, dijo el canciller boliviano, Rogelio Mayta.

Visita al sur

Otra zona que el gobierno de Boric se propone desmilitarizar, además de la frontera con Bolivia, es la región de La Araucanía, donde se registran picos de violencia en el marco del llamado “conflicto mapuche”, marcado por el reclamo de este grupo de tierras ancestrales que hoy están en manos de grandes empresas forestales y agrícolas.

Hacia allí viajaron este martes seis de los nuevos ministros, encabezados por la titular del Interior, Izkia Siches. Siches señaló que las Fuerzas Armadas, los Carabineros y el Ministerio de Defensa están “planificando el desescalamiento del estado de excepción constitucional”, que ha mantenido desplegado al ejército en la zona desde octubre.

También dijo que los ministros que visitaron junto a ella La Araucanía viajaron con sus propias agendas “para poder ir desplegando el ánimo” del nuevo gobierno, “un ánimo de encuentro en una zona que obviamente ha estado marcada por hitos de violencia que requieren una intervención del Estado, un Estado que nuevamente promueva el encuentro de los ciudadanos y ciudadanas”.

En la localidad mapuche de Temucuicui, Siches se iba a reunir con Marcelo Catrillanca, dirigente social y padre de Camilo Catrillanca, un joven asesinado en 2018 por los Carabineros. A la llegada de la ministra a la zona se escucharon disparos al aire, y luego la vocera del gobierno, Camila Vallejo, informó que no hubo lesionados. “El itinerario de la ministra y de la comitiva va a continuar. Quien pretenda que puede intimidar a la ministra Siches está muy equivocado”, sostuvo Vallejo.

“El camino que hemos decidido seguir para enfrentar la situación crítica en La Araucanía es un camino que sabíamos que iba a ser difícil. Entendemos que algunos no quieren que la solución sea el diálogo, pero nosotros seremos perseverantes en esto”, afirmó Vallejo.