El partido ultraderechista Vox integrará por primera vez un Ejecutivo autonómico luego de que, a última hora de este jueves, el sector llegara a un acuerdo con el Partido Popular (PP) para formar una coalición que gobernará Castilla y León.
Si bien en las elecciones regionales celebradas el 13 de febrero el PP obtuvo 31 escaños, siendo la fuerza más votada, estos no eran suficientes para que Alfonso Fernández Mañueco, el actual presidente de Castilla y León, del PP, gobernara en solitario, como era su pretensión. Ante el temor de repetir elecciones en medio del sisma que vive su formación tras el choque entre Isabel Díaz Ayuso y el todavía presidente del partido, Pablo Casado, Mañueco cedió y le concedió a Vox, que tiene 13 escaños, la vicepresidencia autonómica y tres consejerías.
La alianza con la extrema derecha dejó tocado al próximo líder del PP, el presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo.
El miércoles, el futuro número uno del partido derechista había dicho en referencia a Castilla y León que no le gustaban “los gobiernos que salen de los despachos”, según informó Público. Pero la jugada le terminó saliendo mal a Núñez Feijóo, que había sido avalado por muchos dirigentes del PP como un político moderado y centrista, algo que lo posiciona como un buen candidato con vistas a las elecciones presidenciales del año que viene.
Este jueves, luego de consumado el acuerdo con Vox y según informó El País de Madrid, Núñez Feijóo tomó distancia de la decisión tomada por Mañueco, a quien adjudicó la “responsabilidad” del acuerdo con Vox, y criticó al Partido Socialista Obrero Español (PSOE) diciendo que no tiene ninguna “legitimidad para pedir responsabilidad en los pactos”, porque su gobierno se apoya en la “extrema izquierda populista” y los independentistas catalanes.