La Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) decidió este jueves suspender la participación de Rusia en el Consejo de Derechos Humanos debido a “violaciones y abusos graves y sistemáticos” cometidos desde que comenzó la invasión a Ucrania. Votaron a favor de esta iniciativa 93 países –incluido Uruguay–, se abstuvieron 58 y votaron en contra 24. La suspensión fue propuesta por Washington a partir de que se conociera la masacre de cientos de civiles en la ciudad ucraniana de Bucha. Las autoridades ucranianas acusan a Rusia de haber cometido esas matanzas, algo que el gobierno de Vladimir Putin niega.

Estados Unidos y los demás países que votaron a favor de la suspensión de Rusia consideran que no puede participar en el Consejo de Derechos Humanos cuando está “subvirtiendo todos los principios básicos” de la ONU con su invasión a Ucrania y atacando a la población civil. “Rusia no sólo está cometiendo violaciones de los derechos humanos, sino que está sacudiendo los cimientos de la paz y seguridad internacionales”, dijo el embajador de Ucrania ante la ONU, Sergiy Kyslytsya, según citó la agencia Efe.

Para el representante ucraniano, votar en contra equivalía a “apretar el gatillo” contra los civiles. La única vez que se había adoptado una medida semejante en los 16 años que tiene el consejo fue la suspensión de la Libia de Muamar Gadafi después de que reprimiera a los manifestantes de la Primavera Árabe, en 2011.

De los países de la región, votaron a favor de la decisión Argentina, Chile, Colombia y Perú, mientras que Brasil se abstuvo. Entre los estados que se pronunciaron en contra figuran China y la propia Rusia.

El gobierno de Ucrania celebró la decisión. “Los criminales de guerra no tienen espacio en organismos de la ONU cuyo fin es la protección de los derechos humanos”, tuiteó el canciller ucraniano, Dmytro Kuleba. Para Rusia, se trató de “una medida ilegal y política destinada a castigar expresamente a un Estado miembro soberano de la ONU que sigue una política interior y exterior independiente”, según un comunicado de la cancillería. El texto agrega que el Consejo de Derechos Humanos “ha sido prácticamente monopolizado por un grupo de países que lo utilizan con sus fines coyunturales”.

“La sincera lealtad de Rusia a la defensa y el fomento de los derechos humanos nos impide seguir siendo parte de un mecanismo internacional que se ha convertido en ejecutor de la voluntad de dicho grupo de países”, agregó el Ministerio de Relaciones Exteriores ruso. Moscú decidió abandonar el consejo antes de que se haga efectiva la suspensión. El embajador ruso ante la ONU, Gennady Gatilov, dijo que “los países occidentales no dudan en chantajear a otras delegaciones para lograr sus objetivos, algo que desacredita al Consejo, daña irreparablemente su reputación y mina su credibilidad”.

Lejos de un acuerdo

Este jueves el jefe humanitario de la ONU, Martin Griffiths, visitó Bucha e Irpin, y dijo que en las dos localidades, que se encuentran en las afueras de Kiev, encontró un panorama “espeluznante”, según informó luego a la prensa el portavoz del organismo, Stéphane Dujarric. Afirmó que Griffiths vio fosas comunes con cuerpos envueltos en plástico, edificios de apartamentos destruidos y autos quemados en las calles.

Griffiths, además, viajó con la tarea, encargada por el secretario general de la ONU, António Guterrres, de intentar avanzar en un acuerdo para el cese del fuego entre Rusia y Ucrania. Según Dujarric, eso también se trató en su visita.

Más temprano, Lavrov dijo que hubo un retroceso en las negociaciones entre Moscú y Kiev debido a cambios de postura del gobierno ucraniano. Según el ministro de Relaciones Exteriores ruso, esos cambios abarcan tanto la situación de la península de Crimea como la de la región del Donbás. “La incapacidad de llegar a acuerdos caracteriza una vez más las auténticas intenciones de Kiev y su política de alargar e incluso abortar las negociaciones a través de la renuncia a los entendimientos ya alcanzados”, dijo.

Lavrov dijo que en un documento presentado por Ucrania el miércoles “figura la idea de que los asuntos de Crimea y el Donbás se abordarán en la reunión de los presidentes de Rusia y Ucrania”, y agregó: “Todos recordamos cómo el presidente [ucraniano, Volodímir] Zelenski aseguró más de una vez que dicha reunión es posible solamente después del cese de las acciones militares”.

Manifestó que en la reunión que las partes mantuvieron en Estambul el 29 de marzo “los ucranianos formularon claramente que las futuras garantías de seguridad de Ucrania no se extenderían a Crimea y Sebastopol”, pero, en el proyecto de acuerdo del miércoles, “esa clara afirmación está ausente”.