Altos mandos militares de Ucrania estiman que en los próximos días se desencadenará sobre el país una nueva ofensiva de las tropas rusas, que tendría el objetivo de conquistar la región del Donbás y otras zonas del este del país.
Guiados por las imágenes satelitales captadas por los equipos de la compañía estadounidense Maxar, voceros ucranianos informaron que en los últimos días los rusos están concentrando cuantiosos convoyes con tanques y artillería para emprender un segundo ataque masivo sobre el país vecino.
Las fuerzas rusas están completamente listas para un nuevo asalto en la región de Donetsk, en el este, y en la región de Jersón, en el sur, dijo el comando de las fuerzas armadas de Ucrania, de acuerdo a lo que informó la agencia Reuters.
Según eldiario.es, los movimientos de tropas y equipamiento apuntan a que el Ejército ruso intenta romper las líneas defensivas ucranianas con una maniobra envolvente. Rusia está desplegando sus tropas y prevé ataques desde la región de Járkov al norte, la ciudad portuaria de Mariúpol al sur y la región de Lugansk al este, en el Donbás.
Para armar esta pinza, que es como se denomina en la jerga militar a la maniobra que pretenden hacer los rusos, la ciudad de Izium, ubicada en el norte, en la región de Járkov, es clave. Es hacia esa ciudad a donde se dirige el convoy de 12 kilómetros fotografiado el lunes por los satélites estadounidenses al servicio de Ucrania. El Ejército ruso tratará de debilitar desde ese lugar al ucraniano y de aprovechar esa posición para ganar ventaja en el Donetsk, avanzando desde Mariúpol por el sur.
Esta ciudad está siendo desde hace siete semanas el escenario de una durísima batalla que ya dejó miles de muertos y produjo la destrucción de buena parte de su puerto, situado sobre el Mar de Azov. Este miércoles el portavoz del Ministerio de Defensa ruso, el mayor general Igor Konashenkov, informó que más de 1.000 soldados ucranianos, entre ellos 162 oficiales y 47 mujeres en servicio, se rindieron en Mariúpol. “Como resultado de las exitosas operaciones ofensivas de las fuerzas rusas y las unidades de milicias de la República Popular de Donetsk, 1.026 soldados ucranianos de la 36ª brigada de infantería de marina depusieron voluntariamente las armas y se rindieron en la zona de la fábrica de metales Ilyicha, en la ciudad de Mariúpol. Entre los que se entregaron hay 162 oficiales y también 47 mujeres militares”, dijo el vocero, cuyas declaraciones fueron recogidas por la agencia estatal rusa TASS. Esta versión no pudo ser confirmada por fuentes independientes.
También desde el Ministerio de Defensa ruso se acusó a Ucrania de “intentos de sabotaje y ataques” en su territorio y se amenazó con “atacar Kiev” si estas acciones continúan, informó la agencia RIA Novosti.
Justamente en Kiev, este miércoles el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, recibió a sus pares de Polonia, Estonia, Lituania y Letonia, quienes llegaron hasta la ciudad en una muestra de apoyo al mandatario y su pueblo. Zelenski y sus homólogos recorrieron algunas zonas de Kiev afectadas por los ataques rusos. En un momento se planteó que el presidente alemán, Frank-Walter Steinmeier, también estuviera presente en el cónclave, pero al parecer el gobierno ucraniano le hizo saber que su presencia no sería bienvenida debido a su política de acercamiento a Moscú en el período en el que fue ministro de Relaciones Exteriores, durante el gobierno de Angela Merkel.
Este miércoles Zelenski continuó con su ronda de discursos virtuales ante los parlamentos europeos. En esta ocasión dijo a los legisladores de Estonia, sin presentar pruebas, que Rusia estaba usando bombas de fósforo en sus ataques a algunas localidades. Según recogió el diario británico The Guardian, las fuerzas ucranianas en Mariúpol dijeron que un dron había arrojado una sustancia venenosa sobre la ciudad, pero no ha habido confirmación independiente de que Rusia haya usado armas químicas prohibidas.
Paralelamente, en un video publicado en Twitter, en el que apareció hablando en inglés, Zelenski advirtió que la guerra se convertiría en un “baño de sangre sin fin, esparciendo miseria, sufrimiento y destrucción” si Ucrania no contaba con armamento adicional. El presidente ucraniano afirmó: “La libertad debe estar mejor armada que la tiranía. Los países occidentales tienen todo para que esto suceda”. Horas antes, el presidente estadounidense, Joe Biden, confirmó que su administración le daría a Ucrania un nuevo paquete de ayuda militar por valor de 800 millones de dólares.