Alexander Vega, quien está al frente de la Registraduría Nacional del Estado Civil, entidad que tiene a su cargo la misión de garantizar la legitimidad, transparencia y efectividad del proceso electoral, presidió este jueves el acto en el que se instaló la Misión de Observación Internacional con la que busca que se disipe el fantasma de fraude que ronda las elecciones presidenciales del domingo.

Según anunció la Registraduría, la presencia de 87 delegados de este organismo es apenas una de las acciones que se vienen implementando para asegurar plena transparencia y garantías para la votación, de acuerdo a lo que informó el diario bogotano El Espectador.

Vega anunció que el papel de la veeduría internacional es de colaboración y libre acceso a la información. Se trata de una misión compuesta por 44 mujeres y 43 hombres, de 29 nacionalidades, quienes estarán presentes en 25 de los 32 departamentos del país durante la jornada electoral.

Por otro lado, Vega mencionó que está lista toda la logística para el domingo y se comprometió a entregar los resultados de forma “rápida” y “transparente”. “Con la presencia de la Misión de Observación Electoral de la OEA, Colombia ratifica el fundamento multilateral de este organismo en el país”, dijo Vega durante la instalación de la misión internacional. Paralelamente, el funcionario descartó de plano la idea de que pueda haber alguna alteración de los resultados. “No puede haber fraude porque son varios los actores que intervienen en el proceso electoral: la Registraduría Nacional, los partidos políticos, las comisiones escrutadoras, el Consejo Nacional Electoral, así como los organismos de control. Todo el proceso es susceptible de trazabilidad, y cualquier inconsistencia, sea dolosa o de buena fe, es detectable en el escrutinio. Por esta razón, no hay posibilidad de fraude electoral en Colombia”, expresó Vega.

Demócratas preocupados

Mientras las encuestas marcan una clara ventaja del candidato izquierdista Gustavo Petro sobre el resto de los postulantes, aunque es poco probable que logre la mitad más uno de los votos que le permitan ganar en primera vuelta, un grupo de 24 diputados estadounidenses del Partido Demócrata enviaron una carta al secretario de Estado, Anthony Blinken, en la que declararon su preocupación por las elecciones. Los legisladores le pidieron al alto funcionario de Washington que haga un llamado a las autoridades colombianas para que garanticen la libertad de las elecciones y que se proteja a los candidatos.

En la carta, consignada por el diario El Tiempo, los legisladores afirman que Colombia es un socio clave de Estados Unidos y una de las democracias más antiguas del continente, pero que, “desafortunadamente”, los valores que comparten ambos países están cada vez más amenazados. “Dada la preocupante historia de violencia política de Colombia y el papel crucial de las próximas elecciones en asegurar los fundamentos de su democracia, le solicitamos respetuosamente que transmita nuestras preocupaciones al gobierno colombiano, que mantenga una postura de imparcialidad y respeto con respecto a las decisiones de los votantes colombianos y que haga un llamado a las autoridades para garantizar unos comicios libres y justos, sin violencia política y con protecciones sólidas para la seguridad de sus candidatos y votantes”, se expresa en la carta enviada por los legisladores a Blinken.

La iniciativa de la carta la tuvieron Jesús Chuy García y Pramila Jayapal, pero también lleva la firma de otros legisladores del ala izquierda del Partido Demócrata, como Alexandria Ocasio-Cortez y Jim McGovern.

En su mensaje a Blinken los legisladores expresaron su preocupación por las amenazas de muerte que recibieron Petro y su candidata a la vicepresidencia, Francia Márquez. “Aunque el ministro del Interior de Colombia, Daniel Palacios, ha anunciado planes para brindar seguridad adicional al señor Petro, nos mantenemos atentos a las amenazas creíbles contra los candidatos presidenciales”, afirmaron los legisladores, quienes también expresaron sus dudas respecto del accionar de las autoridades electorales.

Los congresistas estadounidenses manifestaron que después de las elecciones legislativas del 13 de marzo los observadores electorales y los partidos políticos descubrieron cientos de miles de boletas que no habían sido contabilizadas. “La Oficina de la Registraduría, a cargo de administrar las elecciones, respondió inicialmente sugiriendo un recuento que no tenía base legal y se vio obligada a retirar su propuesta. Estas irregularidades sientan un precedente problemático que puede llevar a más intentos de obstaculizar el proceso democrático de Colombia”, advirtieron los legisladores.