Un informe publicado por la agencia Reuters reveló que durante la visita que realizó el año pasado a Brasil el director de la Agencia Central de Inteligencia estadounidense (CIA, por sus siglas en inglés), William Burns, les dijo a altos funcionarios brasileños que el presidente Jair Bolsonaro debía dejar de poner en duda el sistema de votación de su país de las elecciones de octubre.

Los comentarios de Burns, no informados anteriormente, se produjeron en una reunión íntima a puertas cerradas en julio, según dijeron a Reuters dos personas familiarizadas con el asunto, que hablaron bajo condición de anonimato. Burns fue, y sigue siendo, el funcionario estadounidense de mayor rango que se reunió en Brasilia con el gobierno de Bolsonaro desde la elección del presidente Joe Biden.

Una tercera persona en Washington familiarizada con el asunto confirmó que una delegación encabezada por Burns les había dicho a los principales asesores de Bolsonaro que el presidente debería dejar de socavar la confianza en el sistema de votación de Brasil.

La CIA se negó a comentar el asunto. Por su parte, el Gabinete de Seguridad Institucional brasileño (GSI), que es dirigido por el asesor de Seguridad Nacional, Augusto Heleno, dijo en un comunicado que la reunión de Burns había sido anunciada públicamente. Heleno agregó que “los asuntos tratados en las reuniones de inteligencia son confidenciales” y que “el GSI no recibe mensajes de ningún país del mundo, ni los transmite”.

En numerosas ocasiones Bolsonaro puso en duda la cristalinidad del sistema de votación electrónico que se utiliza en el país desde 1996, y también deslizó, sin presentar prueba alguna, que en elecciones anteriores hubo fraude.

Estos dichos de Bolsonaro, que va detrás del expresidente Luiz Inácio Lula da Silva en todas las encuestas, generaron dudas en Brasil acerca de qué postura tomará el actual mandatario en caso de que sea derrotado en las urnas, quien manifestó explícitamente la idea de que podría no aceptar los resultados, además de atacar en múltiples ocasiones a los integrantes del Tribunal Supremo Electoral. La semana pasada, en su última referencia al tema, Bolsonaro sugirió que los militares deberían realizar un recuento de votos paralelo al de las autoridades electorales.

Democracia sagrada

Durante su viaje a Brasil, Burns -un diplomático de larga trayectoria, nominado por Biden el año pasado para estar al frente de la CIA- se reunió en el palacio presidencial con Bolsonaro y dos altos asesores de inteligencia: Heleno y Alexandre Ramagem, entonces jefe de la agencia de inteligencia brasileña Abin. Burns también cenó en la residencia del embajador de Estados Unidos con Heleno y el entonces jefe de gabinete de Bolsonaro, Luiz Eduardo Ramos, ambos generales retirados del Ejército. En la cena, según una de las fuentes, Heleno y Ramos intentaron restar importancia a las reiteradas denuncias de fraude electoral de Bolsonaro. En respuesta, dijo la fuente, Burns les dijo que el proceso democrático era sagrado y que Bolsonaro no debería expresarse de esa manera sobre un tema tan delicado.

“Burns estaba dejando en claro que las elecciones no eran un tema en el que deban meterse”, dijeron las fuentes a Reuters. Los informantes también mencionaron que no es usual que los directores de la CIA entreguen mensajes políticos, pero Biden le dio potestades a Burns, uno de los diplomáticos estadounidenses más experimentados, para que sea un portavoz de bajo perfil de la Casa Blanca.

El tono de los comentarios de Burns en Brasilia se reforzó un mes después cuando el asesor de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Jake Sullivan, visitó a Bolsonaro y expresó preocupaciones similares sobre socavar la confianza en el sistema electoral. Sin embargo, el mensaje de la delegación de Burns fue más fuerte que el de Sullivan, dijo una de las fuentes, sin dar más detalles.

Este jueves, al ser interrogado sobre el tema, el portavoz del Departamento de Estado estadounidense, Ned Price, afirmó que los brasileños “tengan confianza en su sistema electoral”.

“Nos comprometemos con nuestros socios brasileños [...] Nuestra conclusión ha sido que, al igual que Estados Unidos, Brasil es una democracia fuerte y ambos estamos comprometidos a garantizar nuestras democracias decididas por el pueblo”, destacó Price.

“Tenemos una gran confianza en las instituciones democráticas de Brasil. Brasil tiene una historia sólida de elecciones libres y justas con transparencia y altos niveles de participación electoral. Y es importante que los brasileños, mientras esperan ansiosamente las elecciones de este año, tengan confianza en su sistema electoral”, dijo el funcionario estadounidense, según informó el portal Brasil 247.