Una escuela primaria ubicada en la localidad de Uvalde, en el estado estadounidense de Texas, fue escenario este martes de una tragedia luego de que un joven de 18 años irrumpiera en el centro educativo disparando en forma indiscriminada, asesinando al menos a 18 menores y a tres adultos. El atacante luego fue abatido por la Policía, de acuerdo a lo que informó la agencia Efe. Funcionarios policiales federales dijeron a medios estadounidenses que es posible que el número de muertos se incremente debido a que otras personas resultaron heridas durante el ataque.
Poco después de conocido el incidente, la vicepresidenta estadounidense, Kamala Harris, expresó durante un acto oficial que era momento de que los congresistas “actuaran” para implementar leyes que controlen la venta y la tenencia de armas. “Ya es suficiente”, agregó Harris. “Como nación, debemos tener el coraje de tomar medidas y comprender el nexo entre lo que hace que una política pública razonable y sensata confíe en que algo como esto nunca vuelva a suceder”.
El de este martes fue el tiroteo más mortífero en una escuela primaria de Estados Unidos desde que un hombre armado mató a 20 niños y seis adultos en una escuela de Connecticut en diciembre de 2012. Este ataque armado se produjo apenas diez días después de que un joven de 18 años matara a tiros a diez compradores y trabajadores negros en un supermercado de la ciudad de Búfalo, en el estado de Nueva York.