La invasión rusa a Ucrania, entre otras consecuencias, obligó a Finlandia y también a Suecia a replantearse su tradicional política de no alineamiento, que lleva más de 80 años, e inclinó a la opinión pública de ambos países a decantarse a favor del ingreso a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).
Este jueves el presidente finlandés, el liberal Sauli Niinistö, y la primera ministra, la socialdemócrata Sanna Marin, dieron a conocer un comunicado conjunto en el que manifestaron la voluntad de ambos de solicitar el ingreso de su país a la alianza militar.
“Finlandia debe solicitar su ingreso en la OTAN sin demora. Esperamos que los pasos a nivel nacional aún necesarios para tomar esta decisión se tomen rápidamente en los próximos días”, afirma el texto firmado por ambos jerarcas y consignado por medios internacionales. Ahora sólo falta que el resto del gobierno de coalición y el Eduskunta (parlamento) den su respaldo oficial para formalizar la solicitud de ingreso, algo que podría suceder en los próximos días, dado el amplio consenso que existe entre los partidos políticos del país. El ministro de Relaciones Exteriores finés, Pekka Haavisto, confirmó este jueves en una conferencia de prensa que el lunes empezará el debate en el Parlamento sobre la adhesión a la OTAN.
Haavisto dijo además que “la gran mayoría” de la población de Finlandia –que comparte una frontera terrestre de más de 1.300 kilómetros con Rusia– está a favor de la adhesión a la OTAN.
El secretario general de la entidad militar, el noruego Jens Stoltenberg, dijo que la petición del gobierno de Helsinki sería recibida positivamente y el ingreso se daría en forma “fácil y rápida”.
Como era de esperar, el gobierno ruso recibió el eventual ingreso de Finlandia en la OTAN con desagrado y consideró ese paso como una amenaza a su seguridad.
Este jueves, durante una conferencia de prensa, ante una pregunta sobre si la adhesión de Finlandia a la OTAN representa una amenaza para Moscú, el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, respondió sin dudarlo: “Absolutamente”.
“Afirmamos en repetidas ocasiones que la expansión de la OTAN y el acercamiento de la infraestructura militar hacia nuestras fronteras no hace más estable y seguro al mundo, y, lo que es más importante, a nuestro continente euroasiático. Es inequívoco”, afirmó el funcionario del gobierno que preside Vladimir Putin, de acuerdo a lo que consignó la agencia rusa Sputnik.
En cuanto a los pasos futuros de Rusia ante esa iniciativa del Ejecutivo finlandés, Peskov indicó que todo dependerá de lo que suponga la expansión de la Alianza en el futuro y de lo cerca que esté la infraestructura militar de las fronteras rusas.
Todo esto, enfatizó el portavoz, requiere un análisis especial y una elaboración de las medidas necesarias para equilibrar la situación y garantizar la seguridad de Rusia. Peskov dijo además que la pregunta de por qué Finlandia cambió su posición y renunció a su estatus de país no alineado debe ser planteada a las autoridades de la nación nórdica.
“Saben que Finlandia se ha sumado a los pasos inamistosos que se han dado en la UE hacia nuestro país. Esto no puede sino causar nuestro pesar y es la razón de nuestras respectivas represalias”, finalizó diciendo el portavoz del gobierno ruso.
Por su parte, Suecia podría tomar una decisión similar a la de sus vecinos fineses en los próximos días y también pediría el ingreso en la OTAN. Se prevé que el domingo el Partido Socialdemócrata sueco, que es la fuerza mayoritaria del Parlamento y gobierna en minoría –la primera ministra desde diciembre del año pasado es Magdalena Andersson– hará oficial su anuncio respecto de dejar atrás la postura histórica de neutralidad del país.
Desde Estados Unidos, la portavoz de la Casa Blanca, Jean Psaki, aseguró que apoya la posibilidad de que ambos países pidan su ingreso en la OTAN y aseguró que su inclusión en la alianza contribuiría a la seguridad estadounidense.
La funcionaria se expresó así en su rueda de prensa, según informó Reuters, aunque evitó respaldar rotundamente la idea de un eventual ingreso en la OTAN de esos países nórdicos y dijo que únicamente se refería a la posibilidad de que pidan entrar.
“Estados Unidos apoyaría una solicitud de entrar en la OTAN de Finlandia y Suecia si es que eligen hacerlo. Respetaremos cualquier decisión que tomen”, dijo Psaki.
La portavoz agregó que los dos países son “aliados estrechos y valiosos en materia de defensa” de Estados Unidos, y que reforzar la OTAN es algo que le interesa a Washington.