El presidente de Ecuador, Guillermo Lasso, comunicó el domingo por la noche que bajarán los precios de combustibles, un tema que había originado las protestas de colectivos indígenas, que hace 15 días iniciaron manifestaciones en todo el país. Sin embargo, la rebaja no recogió el visto bueno de los demandantes. “Esta decisión no es suficiente, es insensible”, expresó este lunes en un comunicado la Confederación de Nacionalidades Indígenas (Conaie), como respuesta al anuncio de Lasso que implicaría una reducción de 10 centavos de dólar, que deja el diésel en 1,80 dólares y la gasolina en 2,45.

La decisión del Ejecutivo “no se compadece de la situación de pobreza que afrontan millones de familias”, agrega el comunicado firmado por su titular, Leonidas Iza, y asegura que “nuestra lucha no cesa” y “la protesta sigue vigente”. De hecho, este lunes por la mañana Iza pidió a sus bases “nuevamente con fuerza salir a las calles, pero de manera pacífica”, hasta que el gobierno atienda sus demandas. Los manifestantes exigen al gobierno que baje los precios a 1,50 dólares para el galón (unos tres litros) de diésel y a 2,10 dólares para el de gasolina corriente.

Unos 14.000 indígenas se están manifestando en Ecuador y además de los precios de los combustibles exigen otras medidas de parte del Estado para amortiguar la crisis económica que atraviesan los sectores más pobres del país. El parque central de Quito se transformó en un núcleo de las movilizaciones indígenas y este domingo estaban allí unas 10.000 personas, según informó AFP.

Lasso buscó bajar la tensión durante el fin de semana. Antes de anunciar la rebaja en los precios de los combustibles, el sábado finalizó la orden de Estado de excepción, que había impuesto un toque de queda nocturno y militarizó la ciudad durante una semana.

Los cortes de ruta y la toma de más de 1.000 pozos de petróleo en medio del estallido pusieron contra las cuerdas al sector petrolero y al principal producto de exportación, que implica 30% de los ingresos del Estado. Según el Ministerio de Energía, si las protestas continúan, el país podría paralizar este martes toda la producción.

De acuerdo con estimaciones del gobierno de Lasso, las protestas indígenas han causado más de 500 millones de dólares en pérdidas económicas tanto en el sector público como privado hasta el fin de semana. Además, según cifras oficiales, las protestas y la represión causaron cinco muertos y centenares de heridos entre manifestantes, policías y militares.

Destitución en suspenso

Lasso, que asumió la presidencia de Ecuador hace un año, debe enfrentar las manifestaciones en las calles y la discusión en el Congreso, que analiza el pedido de destitución que presentó la bancada de Unión por la Esperanza, afín al exmandatario Rafael Correa.

El domingo, el Parlamento debatió por segundo día el pedido de destitución, pero por la noche la sesión fue suspendida hasta el martes. Quedaron pendientes las intervenciones de 20 de los 84 diputados que estaban en la lista de oradores.

Para destituir a Lasso serán necesarios 92 de los 137 votos del Poder Legislativo, donde la mayoría la tiene la oposición, aunque está dividida y no votará en bloque sobre este asunto. Una vez terminados los debates, se les dará a los legisladores 72 horas como máximo antes de que expresen su voto.